El maestro Marco Antonio Baños Avendaño, del Colegio de Amparo Dr. Ignacio Burgoa Orihuela, AC, se pronunció en el caso del niño Edward, manifestando primero su reconocimiento a las dificultades que en materia de justicia se han dado históricamente en la entidad oaxaqueña, aunque, precisó, sobre este asunto en particular, que tiene en prisión preventiva al médico traumatólogo Luis Pérez, “es menester que se recurra efectivamente a la exactitud de la legislación penal en la materia, ya que el deber de los juzgadores, es el de saber a ciencia cierta aplicar la justicia conforme a derecho, para determinar la negligencia médica o las responsabilidades”.
Al asumir que la sociedad en diversas situaciones ha clamado por justicia, considera que se deben “delimitar las responsabilidades en asuntos tan delicados como este”, lo cual –agrega-, “es tarea de los jueces de control penal”.
Por tanto, sostiene, “también es tarea de una defensa adecuada clasificar el delito o la responsabilidad culposa o dolosa”, que encarna necesariamente a los operadores del derecho “dar soluciones precisas a estos problemas de negligencia médica”.
Afirma el experto en materia de amparo que “con el alto sentido de responsabilidad, la sociedad ha sido informada sobre esta situación, en donde ha perdido la vida un niño que la sociedad oaxaqueña siente como propio”.
Así entonces, agrega Marco Antonio Baños, “confiamos en los tribunales de Oaxaca para solucionar definitivamente sobre la responsabilidad penal que corresponda a quienes intervinieron en este delicado asunto”.
Expresó su confianza en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, con los compromisos novedosos y modernizadores de los derechos humanos, la defensa de la dignidad de las personas, y la protección de los bienes jurídicos, así como la vida y la libertad.
Sostuvo que “debemos confiar en nuestras instituciones de justicia, en nuestras fiscalías, en nuestros tribunales, sabedores de que no es posible conducir ningún esfuerzo fuera de la legalidad a la que están obligadas nuestras instituciones, máxime cuando se trata del derecho de las víctimas o del derecho de cada uno de nuestros niños”.
Por último, se manifestó contra el privilegio de la impunidad o el chantaje, “ni tampoco se deben tolerar muertes”. El gran reto, citó, “es dar y procurar la justicia, siempre poniendo en alto el sentido de la vida, la libertad y los derechos humanos”.