Durante años ha crecido en diferentes municipios el servicio de transporte turístico, el cual usa camionetas urban y suburbana; sin embargo, en algunos casos las unidades no cuentan con el permiso federal, placas, documentación en regla o los choferes no tienen licencia. Ante esto, no existe alguna autoridad que norme este servicio, se deja en la indefensión a los pasajeros.
Los viajes que ofertan dichas unidades son de Cuicatlán a la ciudad de Puebla o a la Ciudad de México. Instalan su terminal, pero nunca son revisadas por las autoridades competentes. En la mayoría de los casos no cuentan con seguro de viajero y tampoco expiden el boleto correspondiente que pudiera amparar al usuario o garantizar su viaje.
Algunos pasajeros que recientemente viajaron en la línea Cañada Oaxaqueña con rumbo a la CDMX denunciaron que, al regresar de su trayecto, sin justificación alguna, al llegar a la desviación del Zapotalito, a las 03:00 horas, el chofer de la camioneta estacionó el vehículo a un lado de la carretera federal 135, abrió las puertas y los abandonó.
Efectivamente, nadie denunció este hecho ante las autoridades competentes, pero no vamos a esperar a que suceda alguna tragedia para entonces, sí, que intervengan las autoridades competentes. Se deben tomar medidas de prevención y que actúen los tres niveles de gobierno implementando revisiones en las diferentes salidas de las camionetas, platicar con propietarios y socios de las diferentes líneas, implementar verificaciones a los choferes si están en condiciones o no de conducir. Hoy es un grito a tiempo, no esperemos mil lamentos después”, concluyeron los afectados.