La Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos reportaba que para este jueves 27 de febrero la temperatura máxima en la región Valles Centrales de Oaxaca sería de 30 grados, mientras que en las regiones Costa e Istmo se alcanzarían los 34. Sin embargo, la temperatura en la capital oaxaqueña alcanzó los 31 grados, según la aplicación de clima de Google.
El buscador de Google también señalaba que ayer la calidad del aire en la ciudad de Oaxaca era aceptable (en color amarillo), aunque más tarde el semáforo de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad la calificaba como buena (verde).
Para el activista Nasario García, integrante del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), las altas temperaturas de los últimos días no serán el único problema que se agravará en los meses más críticos del estiaje, que empezó desde noviembre con la disminución del nivel de agua en los ríos, lagos y otras fuentes de abastecimiento de este recurso.

Mientras no se traten de revertir todos estos problemas de contaminación, dice el ambientalista, se tendrán problemas en la calidad del aire como ya se viven en la Ciudad de México, donde en los últimos días se ha declarado la contingencia ambiental.
“En Oaxaca, hasta el día de hoy, no vemos una política seria para abatir estos problemas. Y no solamente nos van a azolar el calor, las altas temperaturas, sino a esto tenemos que sumarle que ya no tenemos agua”, explicó en entrevista.
De acuerdo con García, las altas temperaturas en la ciudad y otras partes del estado se relacionan principalmente con la deforestación de las áreas verdes, también por la desatención del arbolado urbano. En este caso, por las plagas del muérdago que han detectado en recorridos propios en parques y jardines de la ciudad.
“No vemos una iniciativa por parte de las autoridades de medio ambiente de los tres niveles de gobierno. También como sociedad estamos fallando porque los problemas se agravan por la falta de interés, falta de participación y por la indolencia de la ciudadanía”, apunta el activista.
En su Plan Municipal de Desarrollo 2022-2024, el ayuntamiento capitalino señala que “la principal fuente de emisión en la zona metropolitana, con fuerte impacto en el municipio, son las fuentes móviles”. Es decir, los vehículos de motor.
“De acuerdo al estudio, la velocidad promedio de los vehículos en la zona centro del municipio ronda entre 8 a 14 km/hr, velocidades bajas que fomentan emisiones elevadas. Asimismo, el tiempo que un vehículo se encuentra detenido es aproximadamente de 35%, provocando así emisiones altas”.