Por su contribución en el rescate del patrimonio histórico y cultural del Istmo de Tehuantepec tras los sismos del 2017, la Asociación de Tehuanos Radicados en la Ciudad de Oaxaca reconoció este miércoles a los presidentes de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca: María Isabel Grañén Porrúa y Alfredo Harp Helú.
Martina Escobar Montero de Aguilar, presidenta y una de las fundadoras de la asociación que se creó hace 28 años, señaló que este es el primer reconocimiento que otorgan como ente y que más allá de valorar la labor de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es un homenaje a María Isabel Grañén Porrúa y Alfredo Harp Helú.
Nuestro agradecimiento grande a don Alfredo y a María Isabel es de corazón. Todos los tehuanos estamos infinitamente agradecidos con ellos por todo lo que han hecho: la reconstrucción, haber estado con nosotros, con el pueblo, durante el serio problema del sismo”, comentó.
Fue durante una ceremonia en el Museo de Filatelia de Oaxaca (Mufi), en donde se efectuó este homenaje, en el que estuvieron integrantes de la asociación e invitados especiales.
En entrevista, Grañén Porrúa y Harp Helú externaron que su trabajo y forma de vida nunca han sido con la finalidad de obtener reconocimiento o agradecimiento. “Hemos decidido que así queremos vivir y así somos felices. Y no solamente es dar recursos económicos sino poner el corazón en cada cosa que hacemos”, explicó la también ganadora de la Medalla John Carter Brown (2020).
Sin embargo, consideró que homenajes como este son siempre muy gratos, pues dan cuenta del “amor de la gente de Oaxaca” hacia ellos. Especialmente porque “a veces uno no es profeta en su tierra”.
Por su parte, el también empresario Alfredo Harp Helú externó que el trabajo de ambos continuará “por todo México, pero principalmente por Oaxaca”.
Durante la ceremonia, tras la cual se abrió una exposición fotográfica del trabajo de la fundación en la reconstrucción, María Isabel Grañén destacó que la reconstrucción se tuvo que hacer por la necesidad de recuperar lo propio: “era reconstruirnos como sociedad”.
Casas de cultura, archivos históricos, decenas de viviendas tradicionales, parques, mercados, entre otros, fueron algunos de los bienes en los que se enfocó la reconstrucción por parte de la fundación, en un proceso en el que la presidenta de la misma señaló necesaria la colaboración con los tres órdenes de gobierno.