A más de 12 años y seis meses de haber cerrado al culto por los daños que le generaron un sismo de 2012 y después los de septiembre de 2017, el templo de Nuestra Señora de La Merced reabrirá al público y su feligresía. Aunque todavía no hay una fecha concreta, se espera que esta parroquia y monumento histórico de Oaxaca de Juárez abra nuevamente sus puertas en octubre, luego de la demolición de una de sus cúpulas y la restauración del inmueble, que está a un 98 por ciento de avance.
Este domingo, día en que la celebración de Nuestra Señora de Las Mercedes congregó a cientos de feligreses, el arquitecto a cargo de los trabajos y el equipo parroquial decidieron abrir momentáneamente el templo para que las y los asistentes lo recorrieran. Fue como la visita a un museo, en la que decenas se maravillaron con los acabados de una parroquia cuyo interior no veían desde hace más de una década y en la que se estrena una cúpula de menor peso que la que propiciaba daños al inmueble.
En estos años, las misas y demás actividades se han realizado en el patio de la casa cural.
Manuel Antonio Lázaro Miguel, presidente del equipo parroquial de preservación preventiva del templo que también se conoce como el de Nuestra Señora de Las Mercedes, explicó que la actual es la segunda restauración del inmueble, pues hubo una primera que se efectuó en 2017 y con la cual iban a reabrir la parroquia, solo que los sismos de septiembre de ese año lo impidieron y causaron nuevos daños en el monumento.
En esta nueva etapa que se hizo el motivo fue mayor, se notó que la cúpula grande que estaba en el templo causaba el mayor daño. Vieron que la solución era derribarla porque en los siguientes sismos iba a ser lo mismo: la cúpula estaba intacta, pero dañaba los muros”, contó.
Víctor Pérez Cruz, uno de los arquitectos que colaboró en esta restauración del Programa Nacional de Reconstrucción, dijo que el principal problema del templo residía en esa cúpula de concreto que se le construyó en 1948 y que en cada sismo impactaba en las demás bóvedas cercanas, que son de mampostería de ladrillo. Aunque había la intención de retirarla en el siglo pasado y se atendieron algunos daños que provocó, no fue posible sino hasta ahora que se demolió, previa consulta con la feligresía, el comité de la iglesia y los párrocos que han estado en ella.
El arquitecto Germán Baltazar Terrones, responsable de la empresa a cargo de la restauración y el presidente del equipo parroquial señalaron que justificar la demolición ante las autoridades federales del Instituto Nacional de Antropología e Historia fue complejo, debido a que los recursos solamente estaban enfocados en la restauración y no en una demolición. Finalmente, lo lograron y con recursos federales de aproximadamente o poco más de 30 millones de pesos se demolió la cúpula o bóveda de 570 toneladas y se construyó una nueva de 220 toneladas. La nueva tiene un diseño que simula la corona de la virgen.
Asimismo, se restauraron las demás bóvedas, en el interior del templo se remodelaron altares y muros, además de la restauración de imágenes religiosas, detalló Manuel Lázaro.
La anterior era una cúpula de concreto de entre 80 y 90 centímetros de espesor y en el interior en lugar de castillos tenía rieles de ferrocarril. Eso dificultó la demolición, que al principio se iba a hacer con hilos de diamante para evitar tanta vibración. Al final, tuvo que ser con golpes lo menos fuerte posibles y también con hilos de diamante para ir seccionando la cúpula.
Se esperaba que el templo reabriera al culto en este mes y que incluso estuviera el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero por cuestiones de agenda del mandatario no fue posible.
El diácono de la parroquia, José Miguel Peralta Basaldú, confió en que la reapertura sea en octubre, pero para esto es necesario que la obra se dé por concluida formalmente y las autoridades federales la entreguen a la feligresía y autoridades eclesiásticas.
Restauran barda de casa cural
Aunque la restauración está casi al 100 por ciento y el templo ya se podrá usar, el arquitecto Germán detalló que se requiere la atención de la portada sur para recuperar el patio lateral. Sin embargo, se tendría que hacer bajo una nueva gestión de aproximadamente 10 millones de pesos.
Además de la restauración del templo, el equipo o comité de preservación ha trabajado por su cuenta en la rehabilitación de la barda de la casa cural, para lo cual se han desembolsados recursos de la feligresía, los que inicialmente habían empezado a reunir para la demolición de la cúpula del templo.
Estas labores comenzaron entre junio y julio y abarcan la barda que da a la avenida de La Independencia y la que colinda con el jardín, del lado de Manuel Doblado.