Como parte de las labores de salvamento arqueológico que realiza la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en las obras del Tramo 7 del Tren Maya, especialistas localizaron una urna funeraria con la representación del dios del maíz.
Al participar en la conferencia de prensa matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, informó que, en cuanto a su tipología, esta urna ha sido identificada como una vasija estilo Paaktzatz.
El antropólogo detalló que el elemento fue ubicado junto a otra vasija de igual tipología, por lo que se piensa que formó parte de una ofrenda fundacional, debido a su asociación con un inmueble prehispánico: “Se trata de una olla de barro crudo que contiene los restos mortales de una persona”.
La urna conserva aplicaciones en su cuerpo, las cuales aparentan representar el símbolo maya ik, alusivo al viento y al aliento divino. En el anverso se aprecia una pequeña figura antropomorfa elaborada al pastillaje, que alude al dios del maíz en su representación como mazorca en etapa de crecimiento.
De acuerdo con los arqueólogos que han participado en la recuperación de este bien patrimonial, imágenes similares de dicha deidad maya se tienen registradas por el INAH en figurillas de la isla de Jaina, en Campeche.
Cabe destacar que la tapa de esta urna contiene, a su vez, la representación de un búho, símbolo compartido con la segunda vasija de dicha ofrenda.
En la iconografía maya, el búho era considerado un ave agorera y un símbolo de guerra, durante el periodo Clásico, según se ha recogido en las vasijas Paaktzatz elaboradas entre los años 680 y 770 d.C., en el área cultural conocida como Río Bec.
La ornamentación de la segunda vasija consiste en aplicaciones en los costados, los cuales simulan ser las espinas de una ceiba, árbol sagrado entre los mayas del pasado y del presente.