La mañana del 24 de octubre, el municipio de Técpan de Galeana se convirtió en escenario de un violento enfrentamiento que dejó un saldo trágico de 19 muertos, entre ellos dos policías municipales. Este episodio de violencia se enmarca en la creciente lucha entre grupos delictivos en la región, evidenciando la complejidad del crimen organizado en México.
El ataque fue perpetrado por un grupo criminal identificado como Gente Nueva de Guerrero (GNG), que llegó al municipio en al menos 16 vehículos. Todos rotulados con las siglas del grupo. De acuerdo con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch. El objetivo inicial del ataque no era el Ejército, sino rivalizar con otro grupo delictivo conocido como Los Granados, que ha mantenido una fuerte presencia en la zona durante años.
UN PLAN METÓDICO DE ATAQUE
El asalto comenzó a las 4:55 horas, cuando los vehículos del GNG ingresaron al municipio, abriendo fuego con armas de alto calibre. En un giro trágico, el primer ataque resultó en la muerte de dos agentes locales. Desencadenando una serie de enfrentamientos que involucraron a personal militar en una base de operaciones cercana.
Minutos más tarde, a las 6:15 horas, los miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron atacados. Este enfrentamiento se prolongó durante varias horas, hasta que las fuerzas armadas lograron controlar la situación. Resultando en la muerte de 17 agresores y la detención de 11. De los cuales nueve son de origen centroamericano.
UN ROSTRO INTERNACIONAL DEL CRIMEN
La identificación de los detenidos ha generado preocupación entre las autoridades locales. Nueve de los sicarios arrestados son de Guatemala y El Salvador, lo que pone de manifiesto la creciente influencia de organizaciones criminales internacionales en el narcotráfico y otras actividades ilícitas en México. Este fenómeno destaca la necesidad urgente de colaboración entre países para combatir el crimen organizado que trasciende fronteras.
El ataque fue cuidadosamente planificado, como lo evidencian las armas de alto calibre incautadas, incluyendo Barrets calibre 50 y ametralladoras Minimi. La capacidad del GNG para movilizarse y atacar con tal ferocidad plantea interrogantes sobre la seguridad en la región y la efectividad de las políticas de combate al crimen.
RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES
La alcaldesa de Técpan de Galeana, Alba Soberanis, hizo un llamado a la población para que informe sobre la presencia de migrantes y delincuentes en la zona. Enfatizando que la seguridad de la comunidad debe ser una prioridad. “Por favor, si ven armas, explosivos o incluso delincuentes, nos lo hagan saber. Aquí nadie va a venir a estacionarse, a hacernos daño ni a lastimar a mi gente”, declaró Soberanis en un video difundido en redes sociales.
La situación en Guerrero es una prueba sombría de la lucha constante contra el crimen organizado en México. A medida que las autoridades buscan desmantelar redes criminales y garantizar la seguridad de los ciudadanos, la violencia parece encontrar nuevas formas de manifestarse, generando un ciclo preocupante que desafía las capacidades del estado.
Este enfrentamiento en Técpan de Galeana no solo refleja la brutalidad del crimen organizado, sino también la interconexión de sus actores en un sistema que sigue evolucionando. Poniendo a prueba la resiliencia de comunidades enteras y la determinación de las autoridades para recuperar el control.