Luego de las críticas porque la carpa para la noche mexicana que organiza el gobierno estatal usó los muros de la catedral para sostenerse, la empresa contratada por la autoridad retiró los tensores que había puesto en este bien histórico. Sin embargo, dejó las estacas, mismas que horadaron la construcción.
Además se mantuvieron los juegos de mesa y otros por los que se cobran tarifas de 50 pesos por atracción.
La carpa se ubica en la calle Aurelio Valdivieso, la que de acuerdo con el reglamento municipal para el control de la actividad comercial en vía pública es zona prohibida y por lo cual no deberían se colocarse puestos de venta de productos o de servicios.
Este jueves, EL IMPARCIAL dio a conocer cómo la carpa en cuestión tenía tensores que se sujetaban tanto de uno de los ventanales como de la puerta y el muro de la catedral metropolitana. Asimismo, se sostenía de otros edificios cercanos.
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La catedral es un bien histórico que aún espera una restauración luego de los daños sufridos por el sismo del 7 de septiembre del 2017. Sin embargo, con esta actividad organizada por lal Secretaría de Turismo estatal se puso en riesgo.
Antes de este evento de noche mexicana, la dependencia y otras instancias estatales han usado espacios cuya protección y rehabilitación es urgente, como el caso del Paseo Juárez El Llano.
En las fiestas de Guelaguetza, este parque fue sede de la feria “Desde mis raíces con sus sabores”, por la cual activistas protestaron y exigieron su cancelación, aunque finalmente se desarrolló y no hubo repercusiones por los daños y contaminación dejados.
Ahora, la noche mexicana es otro de los eventos cuestionados por vecinos del centro histórico, pues atenta contra el patrimonio y la normatividad vigente. Además porque al tratarse de un evento que incluye el comercio o prestación de un servicio no se sometió a consideración del cabildo su autorización.
