Con 150 espacios para igual número de personas, el cabildo de Oaxaca de Juárez aprobó ayer la segunda etapa del programa de empleo emergente Labor Comunitaria. A diferencia del primer momento, en el que la convocatoria contempló 580 beneficiarios, esta fase representa apenas poco más de la cuarta parte de la inicial. Ante esta cifra, el edil Oswaldo García Jarquín dijo que el ayuntamiento carece de la capacidad para apoyar a más habitantes.
“No podemos ayudar a más personas como quisiéramos”, subrayó García Jarquín, quien ante ello dijo que “el verdadero reto será generar las condiciones para que la iniciativa privada pueda generar los empleos que se han perdido derivado de la crisis sanitaria” de Covid-19.
SEGUNDA ETAPA
La segunda fase del programa fue aprobada por unanimidad y, según la propuesta, será para apoyar a las personas que hayan perdido sus empleos y sean mayores de 18 años de edad, exceptuando a quienes son población de riesgo. El monto global será de 594 mil 789 pesos con 47 centavos. El 95 por ciento de éste será para el pago de los apoyos de los 150 participantes y el resto para la compra de los materiales que se usen.
En su primera etapa, el programa contempló un apoyo o “pago” de 3 mil 767 pesos por persona, a cambio de 30 horas de trabajo en 10 días hábiles.
En la sesión de cabildo, el edil dijo que en la primera etapa se apoyó a poco más de 600 hombres y mujeres de la capital. Sin embargo, en realidad fue para 560, como reconoció la directora de Economía, Ana Cecilia Ruiz Aceves. Asimismo, esa fase del programa tuvo que suspenderse temporalmente debido al aumento de riesgo de contagio de Covid-19 en el estado y la capital. De ahí que en lugar de desarrollarse por completo la segunda quincena de mayo, una primera parte se efectuó en ese mes y la segunda en julio.
CONCEJALES SE ENFRASCAN EN DISCUSIÓN
Además de aprobar la segunda fase del programa Labor Comunitaria, las y los concejales aprobaron el punto de acuerdo para considerar como comercios esenciales a “los relacionados con la fabricación, distribución y venta de insumos y artículos de papelería, material didáctico, uniformes, mochilas y demás artículos escolares”. Esto para que sean considerados como tal en el “esquema de reapertura de la actividad económica por nivel de riesgo epidemiológico”, ya que ante la emergencia sanitaria estos establecimientos quedaron fuera de los esenciales.
La propuesta fue hecha por el regidor de Desarrollo económico y emprendimiento y de modernización administrativa y servicios ciudadanos, José Manuel Vásquez Córdoba.
Sin embargo, un cambio entre la propuesta enviada por el regidor y lo leído en el oficio de ésta por el secretario municipal condujo a una discusión de más de media hora. La razón: que el regidor pedía “integrar” en lugar de “adicionar” los establecimientos al rubro de comercios esenciales. Además de incluir palabras como fabricación, venta y distribución para cada caso de artículos o productos, entre ellos también las tabletas electrónicas.
