"Nos vamos a morir y Pemex no nos hace caso"
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“Nos vamos a morir y Pemex no nos hace caso”

Habitantes de los poblados cercanos a la refinería Antonio Dovalí Jaime expresaron su preocupación por la fuerte contaminación que sufren las afluente y el suelo.


“Nos vamos a morir y  Pemex no nos hace caso” | El Imparcial de Oaxaca

El comisario del Ejido Boca del Río, Sergio Martínez culpó a Petróleos Mexicanos (Pemex) por la contaminación que enfrentan, luego de la explosión al interior de la Refinería. Denunció que el agua, aire y suelo están contaminados al cien por ciento y demandan una indemnización por los daños ocasionados.

En entrevista, lamentó que los funcionarios de Pemex hayan ocultado la verdad en relación a la contaminación que padecen los ejidatarios y sus respectivas familias, así como los habitantes de la agencia municipal de Boca del Río, perteneciente a Salina Cruz.

“Ya vivimos una explosión de enormes magnitudes, veremos qué pretexto van a poner los funcionarios de la refinería, para ocultar y minimizar las daños que han estado ocasionando a raíz de esta contingencia que ocurrió en una de las áreas de la paraestatal”, expresó.

Asimismo, subrayó “nos están mandando toda la contaminación a la laguna que divide a las agencias de Boca del Río y bahía La Ventosa, este desfogue que están realizando trae aceite, chapo y hasta puede haber algunos químicos peligrosos”.

Pero como siempre, dicen que no pasa nada, expresó el comisario, un tanto molesto al observar como el agua que corría era completamente negra por los desechos que vierten al canal sin control.

Aseguró que poco más de 100 ejidatarios han resultado afectados a raíz de esta contaminación, el daño es visible sobre todo en los terrenos de cultivo que están en la parte poniente de la agencia.

“Constantemente nos contaminan, ya no sabemos qué hacer, hemos solicitado mediante documentos, que giramos a la gerencia, que nos dén una audiencia y podamos exponer nuestra inconformidad, sin embargo, sólo hemos recibido evasivas”, denunció.

Además reconoció que su gente se está muriendo desde hace años a consecuencia de la contaminación que inhalan, por los desechos que vierten a la atmosfera las diversas plantas que ocupa Pemex para refinar sus productos. De esto “nada ha sacado a la luz pública y está oculto”.

Por su parte, el agente municipal de Boca del Río, Marco Antonio Martínez Ruiz, dijo que más de 400 familias han sido gravemente afectadas por la contaminación que provoca el humo tóxico que se ha producido desde el miércoles a causa del incendio al interior de la Refinería.

No obstante, denunció a los responsables de la Refinería, por hacer caso omiso a la solicitud que han hecho, sobre todo por la rehabilitación de un camino que comunica entre las comunidades de Boca del Río y San Pedro Huilotepec, el cual es utilizado como salida de emergencia en caso de un incendio.

“Nos vamos a morir y Pemex no nos hace caso, estamos incomunicados, porque no contamos con rutas de evacuación por donde las familias puedan salir en caso de una contingencia”, señaló.

Comentó que cuando las lluvias son intensas el puente incrementa su nivel de agua, lo que dificulta poder trasladarse a un sitio seguro y muchos muestran desesperación.

“Hay niños y adultos mayores que tienen temor cada vez que hay una explosión, nos tenemos que aguantar, porque nuestra única salida está incomunicada”, concluyó.

Lluvia contamina la ciudad con desechos

La lluvia con desecho viscoso que cayó tras el incendio en la refinería, provocó contaminación y daños a viviendas, edificios públicos, hospitales, escuelas, automóviles y comercios. Protección Civil informó que es necesario no exponerse y traer consigo cubreboca para evitar inhalar de forma directa estos residuos que pueden ser tóxicos.

Una densa capa de humo negro cubrió el 70 por ciento de la ciudad, lo cual provocó que decenas de familias expresaran su malestar, porque en sus hogares el agua con desechos tóxicos inundó sus patios, además de los automóviles y recipientes que ocupan para acumular agua.

Se reportaron afectaciones en las colonias: Petrolera, Barrio Juárez, Juquilita, Linda Vista, César Linton, Granadillo, Francisco I Madero, Del Bosque, San Jerónimo, Istmeña, afectado más de cuatro mil viviendas.

El inmueble que ocupa la empresa Liverpool quedó completamente cubierto de color negro, así como otros seis centros comerciales y un hotel ubicado en Plaza Pabellón.

El presidente de la asociación de hoteles, Fidel Contreras, dijo que al menos 12 hoteles se tiñeron de negro por los desechos que contiene el agua de lluvia.

Se registran daños a la salud

También dio a conocer que se tenía el reporte de personas que comenzaban a tener problemas al respirar por inhalar el humo tóxico que era enviado a la atmosfera, por lo que personal de la Secretaría de Salud instaló una unidad móvil en el Palacio Municipal para su atención.

El agente municipal de la comunidad de San Antonio Monterrey, Ernesto Martínez dijo que el agua que atraviesa en su comunidad a través de dos arroyos naturales estaba bajando de color negra y que tenía un olor penetrante a hidrocarburo.

La autoridad auxiliar, hizo la verificación sobre todo el canal pluvial que se ubica en el sitio conocido como Polígono 14 en donde toda el agua estaba bajando con mayor intensidad.

Reportan daños en cultivos

Por su parte, Oswaldo Castillo, representante de un grupo de locatarios dedicados a la crianza de aves, reses y porcinos, denunció que hubo una seria contaminación por la cual Pemex tiene que responder para hacerse responsable.

“No sabemos qué vaya a pasar con los terrenos de cultivo que se contaminaron con toda esta agua negra que bajó”, señaló.
Si se contaminó eso provocará la muerte de las hortalizas y aquellos sembradíos como el maíz, ajonjolí, melón, sandía, papaya, porque estuvieron expuestos a esta contaminación.

Por último, la Cámara Nacional de Comercio exhortó a las autoridades correspondientes a hacer una evaluación de los daños posibles que dejó esta lluvia que contaminó decenas de comercios y las posibles afectaciones que deje en el transcurso de los días.


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