A pocos días de que Rigoberto Chacón concluya su gestión como presidente municipal, habitantes de la Villa de Zaachila no escatiman críticas para calificar su administración. “Deplorable, deficiente, de lo peor y la administración más nefasta”, son algunos de los adjetivos utilizados por los ciudadanos, quienes expresan su descontento ante un panorama marcado por robos, obras mal hechas, crueldad animal, calles en mal estado y, sobre todo, un incremento preocupante en la inseguridad.
EL CASO DEL MERCADO ALARII: UN REFLEJO DE LA FALTA DE VIGILANCIA
La reciente ola de robos en el Mercado Alarii se ha convertido en el ejemplo más palpable de la inseguridad que agobia a la comunidad. El incidente más reciente ocurrió la noche del miércoles, cuando un comerciante denunció que un individuo ingresó a su local y arrancó las cámaras de seguridad instaladas dentro del puesto.
En los videos captados por el sistema de vigilancia, se observa a un sujeto entrar a un local y desinstalar los dispositivos de manera deliberada y rápida. Según el comerciante afectado, este acto pone de manifiesto la ausencia de vigilancia efectiva en el mercado, un espacio que debería contar con medidas de seguridad adecuadas dada su ubicación estratégica en pleno centro de Zaachila y a pocos metros del cuartel de la Policía Municipal.
“Han tratado de robar en otros locales también,” señaló el comerciante al compartir su denuncia.
Las imágenes y testimonios han provocado indignación entre los pobladores, quienes demandan acciones concretas para garantizar la seguridad en la zona.
POLICÍA MUNICIPAL, EN EL OJO DEL HURACÁN
La preocupación por la inseguridad no se limita al mercado. Hace pocos días, vecinos denunciaron la liberación de un presunto delincuente que había sido capturado por intentar robar una motocicleta. Este hecho, atribuido a la Policía Municipal, ha generado molestia y cuestionamientos sobre el actuar de las autoridades encargadas de proteger a la ciudadanía.
Comerciantes y clientes del Mercado Alarii han alzado la voz exigiendo medidas contundentes para garantizar un entorno seguro que permita el desarrollo de sus actividades cotidianas sin temor a ser víctimas de delitos.
BALANCE DE UNA ADMINISTRACIÓN BAJO LA LUPA
Para muchos zaachileños, el gobierno de Rigoberto Chacón ha dejado un legado marcado por la falta de atención a problemas fundamentales. La inseguridad, que afecta tanto a comerciantes como a habitantes de diversas colonias, es solo uno de los múltiples reclamos. La mala calidad de las vialidades y la inacción frente a denuncias de crueldad animal han terminado por sellar la percepción negativa de su mandato.
Con su mandato llegando a su fin, las críticas se intensifican, y los ciudadanos esperan que las próximas autoridades municipales sean capaces de responder a las demandas de una población que clama por seguridad, justicia y mejores condiciones de vida.
Mientras tanto, los habitantes de Zaachila enfrentan un clima de incertidumbre y desconfianza. Convencidos de que solo la organización ciudadana y la presión social podrán traer cambios significativos a la comunidad.