Sin duda, otro pendiente es la transformación del sistema de salud prometida por el gobierno de la Cuarta Transformación no ha logrado consolidarse. A pesar de haber anunciado que México tendría un sistema como el de los países nórdicos, el panorama actual dista mucho de esa visión: hospitales saturados, falta de personal, desabasto de medicamentos y recortes presupuestales han profundizado la crisis.
El desmantelamiento del Seguro Popular y la fallida implementación del INSABI, seguido por su desaparición en 2023, dejaron vacíos administrativos y operativos que aún no se resuelven con la creación del IMSS-Bienestar. A esto se suman irregularidades en la compra de medicamentos, falta de infraestructura y condiciones precarias para trabajadores de la salud.
Una de las grandes promesas de la Cuarta Transformación, ha fracasado en consolidarse, especialmente en estados como Oaxaca, donde las carencias históricas se han profundizado. Lejos de alcanzar un sistema de salud como el de Dinamarca, como lo prometió el anterior gobierno federal, Oaxaca enfrenta una crisis que afecta directamente a miles de familias.
En las actuales condiciones se ha generado caos administrativo y falta de cobertura. En zonas rurales de la Sierra Sur, la Mixteca y la Cuenca del Papaloapan, hay clínicas sin médicos, sin medicinas y sin infraestructura básica. El desabasto de medicamentos sigue siendo uno de los principales problemas. Según datos del colectivo Cero Desabasto, Oaxaca es uno de los cinco estados con más reportes de falta de insumos médicos.
Pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, y cáncer han tenido que comprar sus medicamentos por su cuenta, aumentando el gasto de bolsillo. Además, el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso” de la capital oaxaqueña ha enfrentado múltiples crisis por falta de personal, saturación y huelgas constantes de trabajadores que exigen condiciones dignas. En algunos casos, pacientes han tenido que esperar semanas para ser operados o atendidos.
