QUÉ GOBIERNOS tan patéticos tenemos, que dicen combatir la corrupción, pero son los primeros en practicarla.
DESDE UNA SIMPLE infracción, podemos notar cuán suspicaz es el manejo que se le da a los recursos que, por esta vía –y so pretexto de mantener el orden vial–, obtiene a raudales cada gobierno, ya municipal, ya estatal, ya federal.
VEAMOS un caso concreto; el municipio de XOXOCOTLÁN. Gobernado por INOCENTE CASTELLANOS, donde el tema de las infracciones es un verdadero dolor de cabeza; pagar una, es toda una odisea. Primero, hallar al personal que cobra es un problema; la primera respuesta que uno recibe al llegar a pagar es: “Salieron a comer, regrese más tarde”. ¿Acaso no sabrán que la gente trabaja y no puede ir a la hora que se les antoje? ¿No sabrán que si lo que quiere un Ayuntamiento es dinero, por lo menos la caja la deben mantener abierta en horarios de oficina?
CUANDO finalmente tiene la “fortuna” de encontrar a algún burócrata del área, le informa que ¡solo se reciben pagos en efectivo! SI en esta era tecnológica, donde es posible manejar transferencias o pagos con tarjeta, un gobierno municipal NO acepta esto. ¿Por qué será?
CUANDO uno paga con transferencia o con tarjeta de débito o crédito, el dinero obviamente se va a una cuenta y se contabiliza, entonces, se vuelve controlable lo que ingresa a una cuenta y lo que sale de la misma. Se sabrá con precisión a dónde se van los recursos, o se identifica si sale o no con justificación, por eso, LOS CAPOS, todo lo mueven en efectivo, única forma de no dejar rastro ante las autoridades.
¿Por esta razón se limita, en Xoxocotlán, el pago de infracciones a efectivo? ¿Para que no se lleve registro de este dinero o se pueda declarar por este ingreso solo lo que se le antoje al edil (INOCENTE CASTELLANOS)? Que TERMINA su administración, en medio de escándalos de corrupción, causa por la que, se le fue de las manos la posibilidad de reelegirse.
EL PAGO solo en efectivo; el verdadero dolor de cabeza que representa el ir a pagar una simple infracción; lo único que provocan es más corrupción. Primero, por el manejo de lo que se recauda por esta vía (con este caso se demuestra que es imposible saber cuánto dinero en realidad ingresa por infracciones de tránsito), segundo, porque se incentiva a que los infractores, mejor se “arreglen” rápido con los agentes viales con la clásica mordida, pues les saldrá más barato, les quitará menos tiempo, más si los infractores sopesan que ese dinero (si deciden hacerlo por la vía legal de la infracción) irá a parar a los bolsillos de sabrá Dios quién, jamás a las arcas municipales y menos a una inversión pública.
PEOR TODAVÍA
LO ÚNICO que podemos intuir es que, es tan importante el ingreso por infracciones para los gobiernos que, ahora que han suspendido los alcoholímetros (luego de que en uno de éstos, policías municipales de Santa Lucía del Camino presuntamente ejecutaran a un universitario e hicieran perder la visión de un ojo a otro estudiante, durante una golpiza que le propinaron).
Claramente, están muy interesados por recuperar ese dinero perdido ante tal pausa. Por eso, ahora salieron con el cuento de que se volvieron ambientalistas y ahora montarán operativos para revisión de hologramas de verificación vehicular. Esto porque a partir de 2025, quien no verifique, será multado. Pretextos para hacerse de dinero. Si realmente les preocupa el medio ambiente, deberían mejor comenzar por limpiar nuestros ríos vueltos lechos de descargas de drenaje, o centrar sus esfuerzos en intensas reforestaciones de áreas que fueron arrasadas por los enormes incendios forestales que tuvieron lugar este 2024.
EN ESTA era del cinismo, ya nada pasaría, si los actores guindas confiesan que solo llegaron al gobierno para saquear al pueblo (ya nadie sacará a Morena del poder, al menos las generaciones que hoy habitamos el país no veremos su fin), pero que no insulten nuestra inteligencia con el cuento de que ya se preocupan por el medio ambiente.
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