Factores como la falta de planeación del desarrollo urbano, basura en la vía pública y la cementación de los espacios públicos, han convertido a la ciudad de Oaxaca como una zona susceptible a impactos meteorológicos.
De acuerdo con los datos de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (CEPCO), las y los habitantes de la ciudad capital deben estar preparados para prevenir impactos de inundaciones, golpes de calor y hasta deslizamiento de laderas.
Uno de los problemas que enfrenta la ciudad de Oaxaca es el crecimiento desordenado que ha tenido, existen zonas de riesgo en las partes altas en las denominadas colonias populares o irregulares en la parte alta de San Juanito, Santa Rosa Panzacola y Pueblo Nuevo, en donde no han tenido un desarrollo urbano controlado, ha sido anárquico y eso ha favorecido zonas con pendientes inestables lo que provoca deslizamiento de laderas en temporada de lluvias, se filtran las aguas pluviales y se pesa el terreno por eso hay deslaves”, destacó el meteorólogo Cutberto Ruiz Jarquín.
Explicó que todos los riesgos que enfrenta la ciudad capital son problemas antropogénicos, “nosotros mismos generamos la vulnerabilidad, lo vamos creando malamente, no se controla la urbanización”.
También la capital tiene otros problemas como el impacto de las altas temperaturas, hay puntos críticos en la temporada de estiaje como Fonapas, el Centro Histórico, el Periférico y la zona de la Central de Abastos en donde las islas térmicas apoyado con mucha radiación del concreto y aglomeración de personas genera que se encapsule y se agrave con el monóxido de carbono que generan las unidades de motor”.
Ruiz Jarquín detalló que otro de los riesgos son las inundaciones frecuentes “sobre todo cuando empiezan las primeras lluvias o una tormenta local, a la altura de San Felipe, en donde está la presa Rompepicos es un punto crítico muy importante por la fuerza que lleva el río y su desbordamiento”.
El problema de las inundaciones se han identificado zonas como Periférico, Parque del Amor, Santa Rosa Panzacola y el Centro Histórico, en el que últimamente se ha vuelto un punto crítico, anteriormente la ciudad resistía una precipitación de hasta 40 a 50 milímetros y no había ningún problema, ahora con 25 y 30 milímetros ya se genera un problema serio, especialmente en las partes bajas, esto lo genera la gran cantidad de basura que se tira en la calle y tapan las bocas de tormenta”.
Por ello, el meteorólogo dijo que es de suma importancia impulsar entre la población la cultura de la protección civil, pues al haber grandes mercados como la Central de Abastos y en el mismo Centro Histórico hoteles y tiendas, se debe contar con un plan para salvaguardar a la población por cualquier impacto de fenómeno natural o bien por otros riesgos latentes como los incendios.