La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo concluyó ayer su viaje oficial a Brasil, donde representó a México en reuniones clave del G20. Sin embargo, lo que llamó la atención fue su discreto arribo a la Ciudad de México, evitando el tránsito habitual de pasajeros por la terminal de llegadas internacionales.
El vuelo comercial AM15 de Aeroméxico, que la trasladó desde Sudamérica, aterrizó a las 16:00 horas de este martes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Pero, en lugar de salir por la puerta habitual como el resto de los pasajeros, fue llevada directamente a las instalaciones del Sexto Grupo Aéreo, ubicado en la Base Aérea número 19, anteriormente conocida como el Hangar Presidencial. Desde allí, la mandataria partió en un vehículo Aveo gris escoltado por camionetas Suburban y motopatrulleros apodados “potros”.
UN VIAJE DE ALTA DENSIDAD DIPLOMÁTICA
El viaje a Brasil arrancó el pasado domingo a las 9:00 horas desde la Ciudad de México. Tras más de 11 horas de vuelo y una escala en Tucumen, Panamá, donde fue recibida por el canciller Javier Martínez-Acha, Sheinbaum continuó hacia Río de Janeiro en un trayecto adicional de siete horas.
El lunes, su agenda estuvo marcada por una intensa actividad en el marco del G20. Participó en dos reuniones cruciales: una sobre estrategias para combatir la pobreza global y otra centrada en la reforma de las instituciones de gobernanza mundial. Además, sostuvo ocho reuniones bilaterales con líderes internacionales, incluyendo jefes de Estado y primeros ministros, consolidando así la presencia de México en los debates globales.
¿POR QUÉ EL PROTOCOLO ESPECIAL?
El traslado directo al Sexto Grupo Aéreo se realiza generalmente por motivos de seguridad o logística, aunque no se emitió un comunicado oficial que aclarara esta decisión. Este tipo de movimientos suelen ser criticados por quienes consideran que las autoridades deben transitar de manera más transparente.
El regreso de la presidenta Sheinbaum marca el cierre de un viaje que, más allá de su discreto arribo, destaca por su alto impacto diplomático y su enfoque en temas fundamentales para la política global. Sin duda, las decisiones tomadas durante este viaje resonarán en las próximas semanas.