En México, 4.18 millones de hombres que son padres no viven con sus hijos ni participan en su crianza, lo que representa el 9.3% de los 21.2 millones de padres identificados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta cifra visibiliza un fenómeno profundo: la ausencia paterna estructural que deja a millones de mujeres en la total responsabilidad económica, afectiva y de cuidado de sus hijos.
Esto se traduce en millones de hogares encabezados por mujeres, muchas de ellas sin redes de apoyo, sin corresponsabilidad y en contextos económicos adversos.
El costo de criar sola: precariedad laboral y doble jornada
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), estas madres constituyen una parte sustancial de la fuerza laboral femenina, pero enfrentan una inserción laboral desigual. Siete de cada diez buscan empleos con horarios flexibles que les permitan cumplir con sus tareas domésticas, aunque estos empleos suelen estar mal remunerados, sin prestaciones y dentro de la economía informal.
Las estadísticas revelan una brecha abismal en el reparto del trabajo doméstico no remunerado:
- Mujeres mexicanas: 40 horas semanales
- Hombres mexicanos: 15.9 horas semanales
Esta diferencia implica una sobrecarga que equivale a una jornada laboral completa adicional sin salario, reconocimiento ni respaldo institucional.
Pensión alimentaria: un derecho que pocas veces se cumple
Uno de los mayores retos que enfrentan estas madres es la obtención y el cumplimiento de la pensión alimentaria. Según datos del INEGI, en el 42% de los divorcios donde se solicita pensión, esta se concede. Sin embargo, el cumplimiento es altamente irregular: solo 2 de cada 10 mujeres consideran confiable este ingreso.
Los montos, además, no cubren las necesidades básicas de los menores, lo que perpetúa ciclos de pobreza y vulnerabilidad en estos hogares.
REDAM y Ley Sabina: entre avances y rezagos
Para enfrentar el incumplimiento de obligaciones paternas, se ha implementado el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM), junto con la publicación en 2023 de la Ley Sabina, que busca restringir ciertos derechos civiles a los padres que no cumplen con sus responsabilidades.
Entre las sanciones se incluyen:
- Prohibición de salir del país
- Suspensión de pasaportes y licencias
- Impedimento para comprar propiedades
- Restricción para ocupar cargos públicos o casarse
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la constitucionalidad de estas medidas, al considerar que son proporcionales y reversibles cuando se regulariza el pago.
Sin embargo, la aplicación de la Ley Sabina sigue siendo desigual: muchos estados aún no han armonizado sus leyes locales ni activado sus registros de deudores.
Más allá de la efeméride: ¿qué celebramos en el Día del Padre?
Mientras redes sociales se llenan de frases y memes con motivo del Día del Padre, los datos exhiben una realidad incómoda: millones de niños y niñas crecerán sin la presencia o apoyo de sus padres, mientras sus madres asumen en solitario las consecuencias afectivas, económicas y legales de la paternidad no ejercida.
Detrás de cada estadística hay una historia de desigualdad y abandono. Y aunque el discurso público celebre a los padres presentes, México aún tiene una deuda pendiente con las mujeres que han criado solas, sin acompañamiento ni justicia efectiva.