En México se presentó el 16 de octubre la iniciativa de Reforma Laboral a la Ley Federal del Trabajo, un proyecto que busca regular a aquellos trabajadores que perciben ingresos a través de plataformas digitales, como repartidores y conductores de aplicaciones de delivery y ride-hailing. A pesar de ser una buena propuesta, el debate sigue abierto, y los trabajadores buscan que se respeten las dinámicas laborales, no afecten sus derechos y se vele por su independencia.
Hay que recordar que la reforma tiene como objetivo otorgarles derechos laborales fundamentales, como el acceso al Seguro Social, aguinaldo, utilidades y otras prestaciones.
Aunque la idea tiene como fin mejorar las condiciones laborales de estos trabajadores, ha generado un amplio debate y preocupación entre los mismos.
Los repartidores y conductores temen que la reforma afecte su dinámica laboral, modifique sus ganancias o incluso les quite la flexibilidad de horarios que tanto valoran al trabajar a través de estas plataformas.
EL DEBATE INTERNACIONAL: ¿SUBORDINACIÓN O INDEPENDENCIA?
El debate sobre la regulación de los trabajadores de plataformas digitales no es exclusivo de México. A nivel internacional, persiste la incertidumbre sobre si los repartidores y conductores deben considerarse subordinados a las plataformas o si deben seguir siendo considerados trabajadores independientes que prestan servicios sin un vínculo laboral tradicional. Esta falta de claridad complica la creación de políticas que protejan sus derechos mientras se respeta su autonomía.
DEMANDAS DE LOS REPARTIDORES Y CONDUCTORES
Los repartidores y conductores han alzado la voz para expresar sus demandas ante la propuesta de reforma. En una nueva fase del debate en el Congreso, han exigido que se respeten algunos acuerdos clave, como:
Mantener el mismo sistema fiscal: Los trabajadores piden que se respete su libertad para decidir sus horarios de conexión, sin la imposición de restricciones que puedan afectar su forma de trabajar.
Sin intermediarios: Exigen que se eliminen los intermediarios que cobran cuotas, garantizando que el dinero que ganan sea íntegro y no se vea afectado por comisiones adicionales.
A pesar de que los repartidores y conductores lograron llegar a un acuerdo parcial con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), siguen buscando que se respeten las dinámicas laborales que les han permitido obtener ingresos flexibles, sin perder sus derechos.
AVANCES Y PENDIENTES EN LA REFORMA
Aunque la STPS ha acordado que los trabajadores de plataformas digitales mantendrán su independencia, así como la libertad de elegir los horarios y tiempos de conexión, aún queda pendiente la discusión sobre la posible disminución de ingresos debido a los impuestos relacionados con las cuotas del seguro social o herramientas necesarias para desarrollar su trabajo.
Una de las principales preocupaciones de los trabajadores es que la reforma podría generar un incremento en los costos de su trabajo, lo que podría reducir sus ganancias en hasta un 20% por concepto de impuestos adicionales.
Además, aún falta que se implemente el programa piloto del IMSS para que los trabajadores de plataformas puedan acceder al Seguro Social. Pero lo más crucial, y que aún no se ha discutido, es la no sindicalización.
Los repartidores y conductores han sido claros en que no desean que ningún colectivo o sindicato represente sus intereses, ya que consideran que sus demandas y necesidades son específicas y no deben ser intermediadas.
¿QUÉ DEPARA EL FUTURO PARA LOS TRABAJADORES DE PLATAFORMAS?
A medida que avanza la discusión sobre la Reforma Laboral en México, queda claro que se debe encontrar un equilibrio entre garantizar derechos laborales fundamentales para los trabajadores de plataformas digitales y no alterar las dinámicas que les han permitido acceder a esta modalidad de empleo flexible.
El futuro de los repartidores y conductores depende de cómo se resuelvan los puntos pendientes en la reforma, así como de la implementación de políticas claras que respeten tanto su autonomía como sus derechos laborales. ¿Lograrán obtener una regulación que beneficie a todos sin perder la libertad de trabajar según sus propios términos? Esto se sabrá una vez que la reforma sea discutida y aprobada en el Congreso.