El huracán Érick, que tocó tierra en las primeras horas del jueves 19 de junio, perdió fuerza con rapidez y ha sido degradado a tormenta tropical, según confirmaron autoridades meteorológicas nacionales e internacionales. Pese al debilitamiento, el fenómeno sigue representando un riesgo importante por las lluvias intensas y el fuerte oleaje que azotan la región sur de México, especialmente en Guerrero.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) informó del cambio de categoría alrededor de las 14:30 horas, señalando que el sistema continúa perdiendo fuerza. Sin embargo, las autoridades mantienen las alertas activas por las condiciones meteorológicas extremas que se prevén en las próximas horas.
“Erick se debilita a tormenta tropical. Continúan las lluvias torrenciales”, comunicó el NHC a través de su cuenta oficial en la red social X.
ALTAS PRECIPITACIONES Y VIENTOS INTENSOS AFECTAN A GUERRERO
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) precisó que Érick se localiza a tan solo 100 kilómetros del puerto de Acapulco. A pesar de su degradación, mantiene vientos sostenidos de hasta 120 kilómetros por hora y rachas que alcanzan los 150 km/h. Este comportamiento ha generado gran nubosidad sobre los estados del centro y sur del país, con pronósticos de lluvias de fuertes a torrenciales durante la tarde y noche de este jueves.
El reporte más reciente advierte que Érick podría convertirse en una baja presión remanente en las próximas horas, cuando se ubique a unos 60 kilómetros al noreste de Acapulco. Esta fase no implica la desaparición del fenómeno, sino un cambio en su estructura que aún puede provocar lluvias intensas e inundaciones en zonas vulnerables.
MODIFICAN ZONA DE PREVENCIÓN, PERO INSISTEN EN NO RELAJAR MEDIDAS
Ante los cambios en la intensidad y trayectoria del sistema, el SMN actualizó la zona de prevención por efectos de vientos de huracán, la cual ahora se extiende desde Acapulco hasta Punta Maldonado. Esta modificación no significa que el riesgo haya cesado, sino que se adapta a la evolución del fenómeno natural.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, exhortó a la población a no bajar la guardia ante las precipitaciones, recordando que el peligro persiste incluso cuando el huracán pierde fuerza. Las autoridades recomiendan mantenerse informados a través de canales oficiales y seguir todas las indicaciones de Protección Civil.
UNA ALERTA MENOS, PERO UNA EMERGENCIA CLIMÁTICA LATENTE
La degradación del huracán Érick a tormenta tropical ofrece un respiro parcial, pero no debe confundirse con el fin del peligro. En un país con infraestructura desigual y zonas de alta vulnerabilidad, las lluvias persistentes siguen siendo una amenaza real. La gestión de estos fenómenos exige no solo atención inmediata, sino también una revisión crítica de las políticas de prevención y resiliencia climática.
Mientras Érick pierde fuerza en el radar meteorológico, el sur del país continúa sintiendo sus efectos con calles inundadas, deslaves y riesgos para la población. El fenómeno se va, pero deja claro que la temporada de huracanes apenas comienza y la preparación no debe tomarse a la ligera.