Este miércoles, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, se enfrenta a su sentencia en Estados Unidos por cargos de narcotráfico. Este desenlace judicial no es un hecho aislado en la historia del exfuncionario. El cual ha sido objeto de acusaciones y controversias desde hace años. Incluida una memorable confrontación en la Cámara de Diputados en 2009 con Gerardo Fernández.
UN JUICIO QUE RESUENA EN EL PASADO
El 24 de septiembre de 2009, durante una comparecencia en la Cámara de Diputados, el entonces diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, arremetió contra García Luna, acusándolo abiertamente de ser un “asesino”. Este momento, que ha resurgido en el contexto de la sentencia que enfrenta García Luna, marcó un punto crítico en la percepción pública del exsecretario, quien estaba en el ojo del huracán por su gestión en la lucha contra el narcotráfico.
Fernández Noroña, en medio de un tenso intercambio, defendió su derecho a señalar a García Luna, insistiendo en que “no hay ningún acto de cobardía” al acusarlo de tal gravísimo delito. Su intervención se tornó casi profética cuando comparó a García Luna con Al Capone, sugiriendo que, al igual que el infame gánster, podría ser juzgado no por sus crímenes, sino por aspectos técnicos de la ley.
UN INTERCAMBIO TENSO
Durante la sesión, el diputado exigió repetidamente el uso de la tribuna para expresar sus acusaciones, afirmando que tenía pruebas de las acciones de García Luna.
“El secretario del Gobierno de facto tiene oportunidad en la sesión de desmentir que es un asesino”, declaró, remitiéndose al diccionario para respaldar su afirmación.
Esta confrontación fue un momento significativo en la política mexicana, donde se evidenció la polarización y el debate sobre la impunidad.
Los legisladores panistas, en respuesta, le instaron a presentar su denuncia formal ante la Procuraduría General de la República, a lo que Fernández Noroña se negó. Argumentando que García Luna había colocado a sus cómplices en posiciones clave dentro de la procuración de justicia.
RESPONSABILIDAD EN LA VIOLENCIA
Fernández Noroña no se detuvo en sus acusaciones. Durante su intervención, mencionó casos específicos de asesinatos ocurridos en operativos militares que, según él, estaban bajo la dirección de García Luna. Relató la trágica historia de varias víctimas, incluyendo a una mujer joven y a niños. Destacando la responsabilidad del exsecretario en la violencia desatada por las fuerzas armadas.
“¿Qué le van a decir a esas familias? ¿Que fue un error, un daño colateral?”, preguntó Fernández Noroña, presentando un cuadro de asesinatos que, según él, ilustraba un patrón de violencia sistemática.
Esta presentación fue acompañada por un dossier que incluía investigaciones de la periodista Anabel Hernández. La cual ha sido crítica con la gestión de García Luna, acusándolo de corrupción.
UN CIERRE SOMBRÍO
Hoy, a punto de recibir su sentencia, García Luna se enfrenta a un legado manchado por acusaciones de corrupción y violencia. El contexto de su juicio en Estados Unidos resuena con los cuestionamientos planteados en aquel debate legislativo de 2009. La atención se centra en el futuro del exsecretario y en cómo sus acciones han impactado la política de seguridad en México. Un tema que sigue siendo de gran relevancia en la actualidad.
La historia de Genaro García Luna, marcada por la controversia y la violencia, invita a reflexionar sobre el costo de la lucha contra el narcotráfico y la responsabilidad de aquellos que ocupan posiciones de poder. La sentencia que se dictará en su contra será, sin duda, un capítulo más en una narrativa que aún continúa desarrollándose.