La situación crítica en los hospitales públicos ha alcanzado un punto alarmante. En el Hospital de Zona Número 1 del IMSS, Doctor Demetrio Mayoral Pardo, en la ciudad de Oaxaca, las condiciones de higiene han caído a niveles inaceptables, según denunció una ex trabajadora jubilada que laboró más de 30 años en el nosocomio.
EXPERIENCIA COMPARTIDA
La exempleada, que inició su carrera como afanadora y luego ocupó otros puestos dentro de la institución, relató con consternación el estado en que encontró el baño de mujeres durante una reciente visita al hospital.
“Montones de basura, el piso completamente sucio y un olor insoportable”, comentó, señalando el alto riesgo de infecciones para los derechohabientes que deben utilizar esas instalaciones.
Además recordó la responsabilidad que debe asumir cada trabajador, en especial los dedicados al aseo:
“Esto no pasaba cuando yo trabajaba ahí. Había disciplina, limpieza y compromiso. No se permitía que los baños estuvieran en condiciones deplorables. Contábamos con todos los productos necesarios para realizar una limpieza adecuada, y el personal de intendencia cumplía cabalmente con su responsabilidad”, expresó.
MÚLTIPLES QUEJAS
Este testimonio se suma a múltiples quejas por parte de usuarios y trabajadores actuales, quienes también han señalado la falta de medicamentos, equipo médico insuficiente y servicios generales en decadencia. La combinación de estos factores no solo refleja un abandono institucional, sino que también compromete gravemente la salud y seguridad de los pacientes y personal médico.
En palabras de la jubilada:
“Lo que más me duele es ver cómo se ha venido abajo el hospital donde entregué gran parte de mi vida. Es indignante. Necesitamos que las autoridades hagan algo ya”.
El Hospital de Zona Número 1, uno de los principales centros de atención médica del IMSS en Oaxaca, ha sido por décadas un referente en la región. Sin embargo, la falta de mantenimiento, recortes presupuestales y la aparente indiferencia administrativa han derivado en un deterioro acelerado que ahora es evidente hasta en los aspectos más básicos como la higiene de los sanitarios.
LLAMADO URGENTE A LAS AUTORIDADES
Frente a este panorama, la extrabajadora hizo un llamado urgente a los directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social y a las autoridades del sector salud para que tomen cartas en el asunto.
“No podemos permitir que un hospital con tanta historia y responsabilidad se derrumbe por negligencia. Los pacientes merecen un lugar digno y seguro para recibir atención médica”, afirmó.
Finalmente, los usuarios del hospital continúan enfrentando no solo la escasez de servicios médicos, sino también el riesgo de contraer enfermedades dentro de las propias instalaciones que deberían velar por su salud. La situación exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades federales y estatales, antes de que la crisis sea irreversible.