Con la llegada de más de 89 mil turistas, 38 por ciento de ellos extranjeros, la reciente temporada de Día de Muertos no sólo representó la captación de 360 millones de pesos en ocho días (del 28 de octubre al 3 de noviembre) sino también evidenció las carencias en servicios básicos en agua, infraestructura y manejo de desechos en la ciudad de Oaxaca.
Miles de personas en desfiles organizados por la propia autoridad o la población, algunos de esos llamados comparsas, alguna turista haciendo sus necesidades en una galería de la calle Macedonio Alcalá (la más concurrida), visitantes recorriendo panteones de la ciudad, papeleras repletas de desechos que se limpiaban y pronto estaban llenas otra vez, fueron algunos de los efectos de la reciente temporada. No solamente proliferaron puestos en vía y espacios públicos sino una gran afluencia en una ciudad que carece de agua potable y de un relleno sanitario.
La basura, por ejemplo, sigue acumulada en el área de transferencia en el río Atoyac en espera de su traslado a depósitos de Puebla o Veracruz, según reconoció el Sindicato Independiente 3 de Marzo, que agrupa a las y los empleados municipales de limpieza y recolección. Los empleados tuvieron problemas hasta para sacar los desechos del zócalo por los puestos de la verbena popular, las comparsas y otras actividades que diariamente se realizaron en el centro.
Ante el turismo, una actividad económica que ha transformado principalmente los inmuebles y negocios del centro de la ciudad e incluso sus tradiciones, el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, admitió que se necesita una mayor cobertura de servicios. “Viene muchísima gente a Oaxaca y es una ciudad muy pequeña, de pronto esta tradición que tenemos y programación rebasa nuestras posibilidades de atención. Incluso los servicios hoteleros se ven rebasados”, reconoció el edil.
En el artículo “Turismo en México se enfrenta al reto de la Sostenibilidad” (2017), especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalan que en “promedio consume a diario unos 150 litros de agua, un turista utiliza entre 350 y dos mil 500 litros al día por las actividades asociadas a su visita”.
Aunado a la problemática del agua, por cada temporada turística el ayuntamiento ha estimado que diariamente incrementa la generación de desechos, por lo que en esta ocasión se duplicó el volumen.
En tanto, a raíz de la escasez de agua potable y la falta de garantías en el acceso a este bien común, las mismas empresas hoteleras o de servicios han tenido que adquirir pipas (camiones cisterna) con mayor frecuencia, lo que repercute en mayores gastos. Con excepción de los 5 pesos que cobran los sanitarios en la Central de Abasto o los del mercado 20 de Noviembre, la mayoría de sanitarios públicos en el centro de la ciudad cobra entre 7 y hasta 12 pesos el uso de estos.
En varios restaurantes o negocios hay quienes también han colocado letreros para advertir que no son sanitarios públicos o que los que tienen son únicamente para sus clientes.
En materia de seguridad también quedarían evidenciadas más carencias, pues incluso con los operativos de la Policía Municipal y Estatal, en el centro se registraron varios ilícitos, según locatarios de mercados.
Tras la reciente declaración del gobernador Salomón Jara sobre la presunta falta de coordinación con la Policía Municipal, el edil Francisco Martínez Neri se dijo extrañado por el comentario, pues la corporación de la ciudad ha estado dispuesta a colaborar, e incluso existe mucha coordinación entre ambos órdenes de gobierno para regular el ambulantaje.
Si bien dijo que en la capital se requiere también de más elementos de vigilancia, al menos 500, consideró que no se ha llegado a niveles de riesgos graves como en el estado de Guerrero. “Eso no implica que estemos serenos o contentos, más bien entrar a las causas, tratar de resolverlo desde ahí”.