Con la llegada de las Fiestas Patrias, los sabores tradicionales mexicanos vuelven a llenar nuestras mesas, y uno de los platillos más esperados de esta temporada es el emblemático chile en nogada. Este icónico platillo no solo deleita el paladar, sino que también está cargado de historia y simbolismo.
UN PLATO CON HISTORIA
El origen de los chiles en nogada se remonta a la época de la post-independencia en Puebla.
La leyenda cuenta que, en el convento de Santa Mónica, algunas monjas agustinas crearon este platillo con ingredientes de temporada para rendir homenaje a la Independencia de México y reflejar los colores del ejército trigarante. Por ello, utilizaron ingredientes que estaban disponibles en los meses de julio, agosto y septiembre.
¿POR QUÉ SE LLAMA CHILE EN NOGADA?
El nombre “chile en nogada” proviene de la salsa que acompaña el platillo, conocida como “nogada”.
Según la Real Academia Española, la “nogada” es una salsa hecha a base de nueces y especias. El término deriva de la raíz latina “nux, nucis”, que significa “nuez”, y el sufijo -ada, que denota algo lleno del contenido de la base. Aunque la nuez de Castilla es originaria del Medio Oriente, se ha extendido a varias regiones y, con la colonización, llegó a México.
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
Los chiles en nogada están compuestos por una mezcla de ingredientes frescos y sabrosos. Aunque la receta puede variar, los elementos esenciales incluyen granada, azúcar, leche evaporada, media crema, perejil, chile poblano, pasas, almendras, duraznos, manzana, jitomate, canela, carne de cerdo y nuez de Castilla, entre otros.
El precio de los chiles en nogada en restaurantes puede ser elevado, por lo que se recomienda prepararlos en casa y disfrutarlos con toda comodidad en familia.