Realiza estas 4 posturas de yoga y olvídate de los problemas digestivos
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Realiza estas 4 posturas de yoga y olvídate de los problemas digestivos

Si nunca has practicado yoga debes poner a prueba estas cuatro posturas que te ayudarán no sólo a tener fuerza en los músculos abdominales, sino también a aliviar problemas digestivos


Realiza estas 4 posturas de yoga y olvídate de los problemas digestivos | El Imparcial de Oaxaca

El yoga es una de las disciplinas más populares de los últimos años, pues no solo es la mejor opción para ejercitarse, ganar flexibilidad y paz interior, sino que también ayuda a eliminar ciertos malestares en los músculos y a olvidarse de problemas digestivos, entre otros aspectos más.

Y es esto último lo que ha hecho que sea tan querido por aquellos que ni con visitas al médico lograron mejorar su digestión, pues con tan solo realizar algunas posturas por al menos 30 segundos, lograron notar efectos positivos y muy benéficos en su cuerpo, ya que todo es a la vez en la que mejoran la salud de sus músculos.

Así que si también sufres por estos malestares no debes dejar de pasar esta oportunidad y ponerte en forma, ya que desde la primera sesión de ejercicios es muy probable que notes los resultados positivos en tu cuerpo y con ello logres tener una mejor digestión. Descubre cuáles son las mejores postura que sí o sí debes realizar todos los días para mejorar tu salud y estilo de vida.

Uttanasana o pinza de pie

Si eres de las personas que no suele ejercitarse y tu flexibilidad o fuerza no es mucha, puedes iniciar con la postura uttanasana, también conocida como pinza de pie que puedes realizar por 30 segundos, descansar en cuclillas o de pie y repetir por cinco tiempos más.

Para conseguir la postura correcta es que pongas tus pies juntos y firmes sobre el piso e inclines tu cuerpo hacia enfrente ejerciendo fuerza con el abdomen. Inhala y al exhalar dobla ligeramente tus rodillas y flexiona desde las caderas, para asegurarte de que estás doblando tu cuerpo de la forma correcta puedes poner tus manos en el nacimiento de las piernas y deberán quedar “atrapas” entre tus músculos.

Después puedes liberar tus manos y ponerlas sobre el suelo, aunque si no lo logras, lo mejor es colocar tus palmas en los muslos o pantorrillas.

Malasana o guirnnalda

Esta es otra de las posturas más fáciles de mantener si de yoga se trata, además es de lo más efectiva para mejorar la digestión, ya que se trabaja mucho la zona abdominal. Para lograr la postura correcta colócate de pie y abre ligeramente las piernas; mientras que la posición de tus pies es muy importante y los dedos siempre deben apuntar hacia afuera.

En todo momento mantén la espalda recta y con el cuello alto, coloca las palmas de tus manos frente al pecho y en esta postura comienza a bajar el resto de tu cuerpo al mismo tiempo en el que flexionas las rodillas. Para facilitar la postura puedes apoyar ligeramente los codos sobre la parte lateral de las rodillas.

Jathara Parivartanasana

Para la tercera postura deberás recostarte sobre un mat de yoga con la espalda recta, piernas estiradas y ejercer fuerza en la zona abdominal; una vez que encuentres la postura perfecta, extiende los brazos hacia los costados y con las palmas viendo hacia el cielo, flexiona las rodillas y llévalas al pecho.

Con el cuerpo bien alineado y con la fuerza de los músculos abdominales, comienza a bajar las piernas juntas hacia el lado derecho. Mantén la posición por 20 segundos, regresa al centro y repite al otro lado.

Balasana o postura del niño

Si has practicado yoga en algún momento sabrás que una de las posiciones de descanso es la balasana, que también es de lo más efectiva para aliviar los problemas de digestión y además es muy fácil de realizar para todos los niveles. Aunque si eres muy principiante o no tienes mucha flexibilidad, es indispensable que tengas una almohada a la mano.

Ponte de rodillas y con los empeines tocando el suelo, posteriormente flexiona tu cuerpo desde las caderas y trata de acercar lo más que puedas tus costillas a las piernas; mientras que tu frente debe tocar el piso para logar que la espalda descanse. Ahora, es muy importante que tus glúteos queden sobre tus talones, pero si no lo logras, puedes poner una almohada para ayudarte a sostener la postura.

Finalmente manda tus brazos hacia atrás y con las palmas viendo hacia al suelo intenta tocar tus pies.


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