Una de las series de conciertos más admiradas de toda la música del Barroco es la de los Conciertos de Brandemburgo de Johann Sebastian Bach. Seis conciertos que el genio de Eisenach compuso entre 1718 y 1721, durante su estancia en la corte de Köthen.
Los conciertos Brandenburgo se escribieron para la orquesta de Cöthen entre 1717 y 1721, fueron dedicados al Margrave (antiguamente príncipe soberano de algunos estados de Alemania) Christian Ludwig de Brandemburgo. Estos seis “conciertos para diversos instrumentos” son completamente diferentes unos de otros.
Probablemente, Bach compuso los conciertos a lo largo de varios años mientras ocupaba el puesto de maestro de capilla en Köthen. La dedicatoria de Bach al Margrave data del 24 de marzo de 1721 y su primera frase dice así:
Como he tenido la suerte hace unos años de ser escuchado por su Alteza Real, a las órdenes de Su Alteza, y como me percaté entonces de que Su Alteza tuvo algún placer en los pequeños talentos que Dios me ha dado para la música, y como al despedirse Su Alteza Real se dignó honrarme con la orden de enviar a su Alteza algunas piezas de mi composición: De conformidad con las órdenes más corteses de su Alteza he tomado la libertad de hacer mi más humilde deber a Su Alteza Real con los presentes Conciertos, que he adaptado a diversos instrumentos; rogando humildemente a su Alteza que no juzgue su imperfección con el rigor de ese gusto exigente y sensible, que todo el mundo sabe que Él tiene para las obras musicales, sino que más bien tome en benigna consideración el profundo respeto y la más humilde obediencia que yo así trato de mostrarle”.
La página de dedicatoria que Bach escribió para la colección indica que son Conciertos con diversos instrumentos. Bach utilizó el “más amplio espectro de instrumentos de orquesta… en combinaciones audaces”, como Christoph Wolff ha comentado.
Cada uno de los seis conciertos establece un precedente en la escritura musical, y cada uno iba a permanecer sin parangón”. Heinrich Besseler ha señalado que los efectivos totales requeridos (dejando de lado el primer concierto, que fue reescrito para una ocasión especial) coinciden exactamente con los 17 intérpretes que Bach tenía a su disposición en Köthen.
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Debido a que el rey Federico Guillermo I de Prusia no había sido un mecenas significativo de las artes, Christian Ludwig no contaba con músicos en su conjunto de Berlín para interpretar los conciertos. Por tanto, la partitura completa quedó sin utilizar en la biblioteca del Margrave hasta su muerte en 1734, cuando fue vendida por 24 groschen de plata. El manuscrito autógrafo de los conciertos no fue descubierto en los archivos de Brandeburgo hasta 1849 por Siegfried Wilhelm Dehn, y los conciertos fueron publicados por primera vez un año más tarde.
Los conciertos Núm. 3 y 6 son conciertos de cuerdas tradicionales, en los que las diferentes agrupaciones tocan en igualdad de condiciones de acuerdo a la derivación de la palabra italiana concertare, es decir, consiste en concentrarse o juntarse sin que ningún instrumento lleve el protagonismo.
Por su parte, los conciertos 1 y 2 son un gran concierto. Esto se refiere a la forma de composición barroca de obras musicales con orquesta e instrumentos solistas; Bach adoptó el modelo de composición de su contemporáneo Arcangelo Corelli.
En los conciertos 4 y 5 privilegia, en cambio, un instrumento, violín y clave respectivamente, para crear virtualmente un concierto para un solo instrumento. De hecho, el Quinto concierto de Brandemburgo (con su cadenza en solitario extendida, es decir, el momento en que el solista exhibe su virtuosismo con el instrumento) bien podría describirse como el primer concierto de clavecín ¡en toda la historia de la música!
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Los Conciertos de Brandenburgo son una muestra de la habilidad de Bach para combinar diferentes instrumentos, incluyendo el violín, la trompeta, el clavecín y la flauta dulce. En resumen, la duración de cada uno de los Conciertos de Brandenburgo varía dependiendo del número de movimientos y la duración de cada uno de ellos, pero todos ellos son una muestra de la maestría de Bach en la composición de música barroca.
En la época actual estas obras han sido interpretadas por orquestas en las que varios intérpretes ejecutan las partes de cuerda, bajo la batuta de Karl Richter y Herbert von Karajan entre otros. También han sido representadas como música de cámara, con un solo instrumento por cada parte, sobre todo por (pero no limitados a) conjuntos que utilizan instrumentos barrocos y (a veces más, a veces menos) técnicas y prácticas de interpretación historicista. Existe también un arreglo para piano a cuatro manos por el compositor Max Reger.
No hay duda de que Bach es un afamado virtuoso del teclado, a quien su hijo, Carl Philipp Emmanuel describió más tarde como “el más grande organista y tecladista jamás conocido que adaptó en su obra la parte del solista para exhibir sus excepcionales habilidades”.
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Si gustas escucharlos en YouTube, entra al siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=HTm2kEAfo8o&t=1356s con tres de los mejores músicos a nivel mundial: Yo Yo Ma en el chelo, Itzhak Perlman en el violín y Daniel Barenboim en el piano, un trio especta, y, sin olvidar a la Filarmónica de Berlín.
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Mtro. Mario L. Palacios C.
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