Con una selección de sus pinturas, dibujos, frescos y otras obras, la artista Siegrid Wiese celebra 25 años de trayectoria a través de la exposición “Siegrid y Vlady, el coloquio de los pinceles”, que abrió al público el 27 de marzo en el Centro Vlady, de la Ciudad de México.
Esta es una exposición que al mismo tiempo ofrece un diálogo entre la autora y el fallecido artista ruso mexicano Vladímir Víktorovich Kibálchich Rusakov.
“Hemos tratado de encontrar ese eco entre Vlady y yo”, contó la artista en una conferencia previa a la exposición y al hablar de las coincidencias con el autor, como los cuadernos de dibujos.
Nacida en Ciudad de México, pero radicada en el estado de Oaxaca, Siegrid compartió que en la exposición también hay algunas piezas de artistas que participaron en las siete ediciones de su festival Erótica.
Siegrid se dijo muy feliz por celebrar de esta manera sus 25 años de trayectoria, ya que presenta varios de sus trabajos realizados en este cuarto de siglo, pero también la obra que generó a partir del estudio de la obra de Vlady.

La exposición de parte de la artista oaxaqueña abarca 27 piezas de caballete, cuatro frescos, nueve radiografías intervenidas y una selección de cuadernos y dibujos. De la obra de Vlady está “La piel de los amantes chinos”, tríptico de gran formato que atesora en su colección el Museo de Arte Moderno. Asimismo, varias piezas en manos del Centro Vlady.
“Siegrid y Vlady, el coloquio de los pinceles”, fue curada por Fernando Galvez, Silvia Vázquez y Tonatiuh Gallardo. Es una colaboración del Centro Vlady, perteneciente a la Universidad de la Ciudad de México, con la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, explicó la autora.
“Para Siegrid Wiese esta exposición es una suerte de afirmación de un camino no exento de tropiezos y obstáculos que inició en Oaxaca hace un cuarto de siglo. El hecho de llevarla a cabo en el Centro Vlady, que resguarda y propicia la investigación sobre la obra del artista ruso mexicano representa para Wiese la confirmación de que existen vasos comunicantes entre sus propias búsquedas estéticas con los hallazgos artísticos de Vlady”, externó la organización de la exposición, al tiempo de señalar que este es también “un punto de partida para la exploración de nuevas rutas en la plástica”.