Al momento de elegir una dieta siempre existe alguien que nos dice que eliminar las grasas son lo mejor para bajar de peso, mientras que otros dicen que es el azúcar, pero ¿y las calorías?

Sea cual sea el tipo de dieta que estés por elegir debes de tomar en cuenta tu consumo  de calorías.

Pasos para saber qué tipo de dieta elegir:

1. Ten muy claro tu objetivo

2. Identifica que es lo que quieres perder, peso, talla, grasa o mantenerte en tu peso.

Dieta baja en grasas

Una dieta verdaderamente baja en grasas, es muy eficaz  hasta para prevenir algunos tipos de cáncer, pero no necesariamente tiene que ver con la cantidad de grasa que se consume, más bien, con el tipo de grasa que comemos.

Por ejemplo las grasas de la carne roja, los quesos y la mantequilla que no tienen un aporte saludable para el organismo comparados con las grasas del aceite de oliva o del aguacate.

Hay evidencia de que una dieta que contiene grasas es eficaz, pero menos que otro tipo de dietas.

Pros, este tipo de dieta tiene muchos beneficios como los de disminuir el colesterol malo y aumentar el bueno, reduce la presión arterial, pasado un tiempo mejoran las erecciones sobre todo las matutinas.

Contras, debido al cambio de alimentación tu colon estará irritable, quizá te sentirás algo cansada o debilitado mientras el cuerpo se acostumbra, podrías tener inflamación que pasará en unos días.

Dependerá mucho del estado de salud y la condición de las personas.

Dieta baja en calorías

Una dieta hipocalórica te ayuda tanto a mantener como a bajar tu peso.

El problema está en que debes de controlar la cantidad de calorías que consumes diariamente.

Los pros de esta dieta es que bajarás de peso paulatinamente y es poco probable que vuelvas a subir esos kilitos ya perdidos.

Los contras, los menús son muy estrictos, llegan a generar ansiedad y son dietas que no siempre se completan, hacen a las personas dependientes de contar las calorías.

Al hacer un balance entre estas dos dietas, en ambas se trata de los tipos de alimentos que se consumen, es decir, es mejor calidad que cantidad.

Los resultados dependerán de tu constancia y de tu estado actual de salud.

Elige la que mejor vaya contigo, esto con el fin de que no la quieras abandonar al tercer día de haberla empezado.

No olvides consultar a un experto antes de elegir cualquier tipo de régimen alimenticio.