Juchitán sigue en el duelo después de los sismos del 2017, y aunque comúnmente el mes de mayo era de fiesta y colorido, ahora, no hay las condiciones para la realización de las tradicionales velas.
El promotor cultural y director en diversos periodos de la Casa de la Cultura Juchiteca, Vidal Ramírez, informó que no existe en el ánimo de la población llevar a cabo estas fiestas en honor a San Vicente Ferrer.
Por eso, en este 2018, la vida se modificó y estas imponentes fiestas tradicionales anuales fueron suspendidas en Juchitán de Zaragoza, el municipio más afectado por el terremoto del 7 de septiembre de 2017.
Dijo que la población juchiteca, se vestía de sus mejores prendas y sus calles se llenaban de adornos, sin embargo, el panorama cambió: casas derruidas y escombro apilado en medio de calles gruesas de polvo.
“Hay muchas necesidades y el inevitable temor ante cualquier sismo, por menor que sea, es lo que se vive hoy en Juchitán, que determinó hace un par de meses la cancelación este año de las mundialmente famosas velas en honor a San Vicente Ferrer”, externó.
La celebración era la más gloriosa de la región. “El templo en honor al Santo Patrón está devastado, las casas de varios mayordomos sufrieron daños o incluso pérdida total, el ánimo de la población está deteriorado, el daño sufrido en este municipio y pueblos hermanos implica un gran duelo, el luto de un año es necesario consideró el historiador de Juchitán, “no puede haber derroche de alegría cuando están aún en espera de la reconstrucción de su tierra”.
No hay siquiera capacidad hotelera para recibir a los visitantes, y las calles principales donde pasan cada año los convites, los carros alegóricos emblemáticos de las fiestas, están ocupados, sucios y deteriorados.
La determinación de cancelar las velas de mayo fue tomada por la sociedad de mayordomos desde febrero aproximadamente. “No estamos caídos, repuso el entrevistado, pero sí de duelo, por la grave pérdida del pueblo entero”, precisó.
