De raíces oaxaqueñas, Natalia Inés Gómez-Junco Esteva es una de las pioneras del futbol en México, su pasión inicio muy joven, gracias a la influencia de su padre y tíos.
En entrevista con EL IMPARCIAL, durante su pasada visita a la ciudad de Oaxaca, la exfutbolista profesional nieta de Lupita Salinas y sobrina de Alberto Esteva Salinas, ambos muy conocidos en la Verde Antequera; contó que nació en Ciudad de México, pero a los 10 años llegó a la capital de Nuevo León, Monterrey.
Señaló que tenía 3 o 4 años, cuando comenzó a jugar futbol, pero fue al llegar a la Sultana del Norte, cuando tenía entre 13 y 14 años, cuando comenzó a entrenar como futbolista de alto rendimiento, esto la llevó a ser convocada a la selección de Nuevo León, gracias a su rendimiento fue llamada primero a la Selección Nacional Sub-17 y la Sub-20.
Durante sus primeros años se desempeñó como mediocampista creativo y posteriormente, como contención, gracias a ello, al terminar el bachillerato, fue becada por la Universidad Estatal de Luisiana, graduándose como Ingeniero Civil, con mención honorifica.
Fue ahí donde tuvo que analizar, si desempeña su profesión o bien se aventuraba a jugar futbol de manera profesional, sobre todo, por en ese tiempo en México acababa de nacer la Liga MX Femenil, aventurándose al balompié.

Gracias a su trabajo en medio campo, estuvo jugando en Islandia, paso a un equipo español, con el Malaga, fue en el 2019 cuando regreso a México, para enrolarse con Tigres de Monterrey, de ahí con Tuzas del Pachuca y Toluca, con quien se despidió en diciembre pasado como jugadora profesional.
Dijo que el futbol se convirtió en su vida, pasión y diciplina, “el talento te puede llevar, pero es muy importante la constancia y dedicación, en mi caso, el futbol se debe entrenar todos los días, aunque sea navidad, año nuevo, te enseña mucho del carácter, desde luego personas y lugares que conocí durante todo este tiempo, el deporte tiene mucho valor”, dijo.
Ahora luego de su retiro anunció que se establecerá en Monterrey donde abrirá su academia de futbol, pues esto es el vehículo para mover a las personas, “a la mejor no todos serán futbolistas profesionales, pero a través de la constancia alcanzarán sus objetivos”.
“Me tocó entrenar con chicos, pero en la academia en ciertas edades serían entrenamientos mixtos, además se explorarían el aspecto mental, para que sea integral el trabajo”.
Aunque reconoció que estaría buscando quedarse en el futbol profesional con algún equipo, como mujer reconoció que en nuestro país ha ido creciendo y mantenerse dentro de él.
“La selección nacional femenil cada vez está mejor, tiene generaciones más preparadas físicamente y tácticamente, con chicas de 22 o 23 años, que tienen mucho talento, pero debería competir con más países, en nuestro país no tiene mucho que comenzó en ese tema, y de la noche a la mañana es complicado”, concluyó.