El dolor de espalda es una de las molestias más comunes en la población. Se estima que hasta el 80 % de las personas lo padecerán al menos una vez en su vida. Puede ser agudo (de corta duración) o crónico (cuando se mantiene por más de tres meses), y afectar desde la zona cervical hasta la lumbar.
Principales causas
1. Postura incorrecta
Estar mucho tiempo sentado, encorvado o con una mala alineación corporal somete a la columna a tensiones constantes.
2. Sobrecargas y movimientos bruscos
Levantar objetos pesados sin la técnica adecuada o hacer movimientos repentinos puede causar contracturas o lesiones.
3. Sedentarismo y debilidad muscular
Los músculos que sostienen la columna vertebral se debilitan si no se ejercitan con frecuencia, facilitando el dolor.
4. Problemas estructurales
Hernias discales, escoliosis, artritis y enfermedades como la osteoporosis aumentan el riesgo de dolor crónico.
5. Factores emocionales
El estrés, la ansiedad y la depresión pueden intensificar la percepción del dolor debido a la conexión entre el sistema nervioso y el músculo.
6. Hábitos nocivos
Fumar, por ejemplo, reduce el flujo sanguíneo hacia los discos intervertebrales, acelerando su desgaste.
7. Causas internas
Algunos problemas renales, respiratorios o infecciones pueden reflejarse en dolor de espalda.
Cómo prevenir el dolor de espalda
Postura y ergonomía
Mantener la espalda recta al estar sentado, con los pies apoyados en el suelo y los hombros relajados. Realizar pausas cada 30 a 60 minutos para estirarse.
Actividad física regular
Caminar al menos 80 minutos al día puede reducir el riesgo de desarrollar dolor lumbar crónico. También se recomienda hacer ejercicios suaves como pilates, yoga o natación.
Técnica al levantar objetos
Doblar las rodillas, mantener la espalda recta y el objeto cerca del cuerpo. Evitar hacer fuerza solo con la espalda.
Fortalecimiento muscular
Ejercitar abdomen, espalda y glúteos ayuda a mantener la columna estable y a prevenir lesiones.
Control de peso y estilo de vida saludable
Mantener un peso corporal adecuado disminuye la presión sobre la columna. Evitar el consumo de tabaco y seguir una dieta equilibrada con alimentos antiinflamatorios.
Cuidado de la salud mental
Atender el estrés, los trastornos del sueño o estados depresivos puede reducir significativamente la intensidad del dolor.
Descanso adecuado
Utilizar un colchón firme y una almohada que mantenga el cuello alineado con la columna. En caso de molestias leves, se puede alternar el uso de compresas frías y calientes.
¿Cuándo acudir al médico?
Es importante buscar atención médica si el dolor es muy intenso, no mejora con reposo o se presenta junto con síntomas como fiebre, pérdida de fuerza en las piernas, entumecimiento o alteraciones en el control de esfínteres.
En resumen
El dolor de espalda puede ser causado por múltiples factores, desde malas posturas hasta causas emocionales o enfermedades subyacentes. Prevenirlo es posible con hábitos saludables, ejercicio regular, buena ergonomía y atención médica oportuna en caso de señales de alarma. Mantener una espalda sana no solo mejora la calidad de vida, también previene complicaciones a largo plazo.