• Al Momento
  • Opinión
  • Video
  • Al Momento
  • Opinión
  • Video
opinion

Fuero ¿para qué?

Al futbolista brillante, mal gobernante y peor legislador, Cuauhtémoc Blanco, le acaban de reiterar un privilegio que probablemente no merezca: el fuero. Sí, se entiende que por el sólo hecho de ser legislador cuenta con ello, pero este fuero no impide que la realidad deje de existir.

Esto es. Hace meses una media hermana del ahora diputado morenista lo denunció por presunta violación en grado de tentativa.

El procedimiento legal inició entonces y se creó una carpeta de investigación que llevó a que el entonces fiscal Uriel Carmona solicitara el desafuero del legislador para que respondiera a la demanda en su contra y defendiera su inocencia. Esto le costó la chamba al fiscal y la contraofensiva de la actual presidente de México que ya lo traía en salsa desde hace años.

Sin embargo, hubo tal desaseo en el procedimiento que se llevó a cabo la tarde del martes 25 de marzo en la Cámara de Diputados para salvar a uno de los integrantes de Morena, que lo que queda hoy, para todos en México, es la indefensión, es la indignación y la convicción de que los mexicanos no cuentan con sus representantes políticos…;

… Que, con excepciones, ellos -los políticos- trabajan para sí, para su preservación en el poder y para escudarse en la tarea encomendada y fingir que les importa el país y sus graves crisis sociales, políticas, estructurales… Pero no es así, y esto lo tenemos muy claro los mexicanos.

Si el señor Blanco es inocente, podría demostrarlo y para ello no tendría necesidad del fuero. ¿Por qué entonces la mayoría de Morena, el Partido Verde y ¡sorpresa! el PRI votaron por no desaforarlo y evitar que acudiera a la fiscalía de Morelos para someterse al procedimiento legal sin fuero?

Al aceptar y pelear Blanco por mantener ese fuero, y hacerse de cómplices políticos Morena-Verde-PRI, genera muy serias suspicacias al respecto.

El fuero fue creado para proteger a funcionarios públicos y legisladores de agresiones, amenazas y detención por razón de su función pública y legislativa. No para crear impunidad en delitos que pudieron haber cometido fuera de este ámbito.

Esto es, el fuero es un reconocimiento legal que confiere inmunidad procesal a determinados actores políticos y fue concebido para impedir abusos entre esferas de poder. Pero: en los últimos años este instrumento ha sido considerado un sinónimo de impunidad, cosa muy diferente.

Quienes cuentan con esta figura constitucional podrían involucrarse en hechos que tienen que ser dirimidos en las Cortes. Pero en una mala interpretación del fuero, quienes cometen presuntos delitos del fuero común, no se someten a las leyes, agazapados en esta figura.

En su origen y en una interpretación sana y justa, el fuero no debería proteger a nadie por fechorías cometidas, o presuntos delitos cometidos.

Pero lo que se vio el 25 de marzo en la Cámara de Diputados pasará a la historia como un día en el que se evidenció lo que era un secreto a voces: Los legisladores de Morena y sus adláteres están dispuestos a infringir la ley o el ordenamiento interno con tal de salvaguardar un prestigio gremial-político que poco a poco cae como la Casa de Usher, que se fue desmembrando hasta concluir en su destrucción.

Ese día el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, violando las disposiciones legales internas, permitió que Cuauhtémoc Blanco tomara la tribuna, con el apoyo de un grupo de mujeres de Morena, para argumentar y enfrentar a quienes querían retirarle el fuero.

Y aún más, en su estulticia el PRI, y las mujeres del PRI, junto con muchas de Morena y del Partido Verde, votaron en favor de que Cuauhtémoc Blanco retuviera el fuero. Eso implica que lo defendían de la presunta violación en grado de tentativa a otra mujer. Mujeres que dicen defender a las mujeres pero que no son coherentes en los hechos. ¿Quién les cree ahora?

Fue un momento muy bochornoso e indigno. Los partidos enemigos unidos en una causa injusta. Y por salvar el pellejo de “Alito” en un próximo procedimiento legislativo para retirarle el fuero.

La presidente Sheinbaum dijo que lo ocurrido con el fuero a Blanco era asunto de la Cámara de Diputados, pero que este debería acudir a la fiscalía de Morelos para aclarar la situación. Cosa que el ex futbolista hizo de inmediato, pero con el fuero en la cartera. Así que nada podría ocurrir.

En todo caso de lo que se trata aquí es reflexionar en la utilidad o no del fuero Constitucional para funcionarios y legisladores.

Hoy no es el siglo XIX en el que podrían ser detenidos y sometidos a cárcel por sus actos de gobierno. Hoy bien podrían funcionar sin fuero y en caso de excesos –como ya ha ocurrido- el debate parlamentario da para dirimir hechos y dichos, o bien la presentación ante las fiscalías para demostrar inocencia.

Lo mismo en el caso de funcionarios públicos. Si son acusados de corrupción o de abusos de poder y más, están los tribunales para dirimir inocencia o culpabilidad. El fuero evita que la autoridad judicial actúe para conocer la verdad y someter a la justicia a quienes hubieran cometido delito.

Ya es tiempo de retirar el fuero a legisladores y funcionarios públicos, incluidos el presidente de México o funcionarios o gobernadores o presidentes municipales que lo ostentan sin garantizar su buena aplicación y en muchos casos para cometer delitos y generar impunidad.

Y sí: Dura lex sed lex, el viejo aforismo que nos enseña que la ley es dura, pero es la ley y que ésta debe ser respetada en todo caso.

Notas Relacionadas

EDICIÓN IMPRESA


Recibe todos los días a primera hora en tu casa u oficina las noticias del momento.