Debido al cierre de cuatro Centros de Reinserción Social (Ceresos) que operaban en diversas regiones del estado, actualmente el Penal de Tanivet concentra la mayor población penitenciaria en la entidad oaxaqueña.
De acuerdo con datos de la Subdirección de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), con el programa de la reingeniería del sistema penitenciario que inició durante la actual administración, se determinó el cierre definitivo de los penales que se ubicaban en Juchitán y Matías Romero en la región del Istmo de Tehuantepec.
Además, cerraron definitivamente sus puertas el de San Pedro Pochutla en la región de la Costa y la Penitenciaría Central que se ubicaba en la agencia municipal de Santa María Ixcotel, en Santa Lucía del Camino.
La gran mayoría de los internos que se encontraban en estos Ceresos fueron trasladados al Penal de Tanivet, que hasta el primer trimestre del 2022 tenía una población de mil 650 internos, en tanto su espacio total es de mil 920 camas, divididos en 16 pabellones con 120 camas cada uno.
Jacobo Olaf Rodríguez García, Subsecretario de Prevención y Reinserción Social, explicó que después de un análisis de fondo fue necesario el cierre de cuatro penales, entre los que destacan la Penitenciaría Central que había subsistido por más de 80 años.
Expuso que el penal fue habilitado en su momento para albergar a 750 internos, sin embargo, en los últimos años de operación rebasó su capacidad albergando hasta mil 600 personas privadas de la libertad por diversos delitos del fuero común.
Con la tolerancia de gobiernos que habían normalizado el descontrol, desgobierno, corrupción y el poco manejo penitenciario en este penal, llegó a tener hasta mil 600 internos cuando tenía una capacidad máxima para 750; era la reclusión en libertad”, afirmó.
Detalló que otro de los penales que ya no operaba de manera óptima fue el de San Pedro Pochutla, donde se habían cometido el mayor número de evasiones de la historia penitenciaria de Oaxaca.
Resultados del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), dio a conocer que hasta diciembre del 2021, en el Cereso de Etla había una población de 378 internos para una capacidad de 255.
El penal de Juquila albergaba 218 personas privadas de la libertad para una capacidad de 180, en Cuicatlán habían 283 para una capacidad de 200 y en Tuxtepec de los 355 espacios, estaba al 100 % de su capacidad.