Durante los Días de Muertos o Todos Los Santos se pintan de color naranja los campos así como los panteones y los altares colocados en los hogares de las familias oaxaqueñas.
Reciben con pétalos de cempasúchil a los espíritus de sus parientes y en las ofrendas se colocan pan de yema, mezcal, mole y fruta; también adornan la mesa que también tiene floreros llenos de flor de muerto.
A pocos días de que los oaxaqueños celebren las festividades del “Día de Muertos”, los próximos 1 y 2 de noviembre, existe una producción de aproximadamente 14 mil toneladas de cempasúchil.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), Oaxaca registró una producción anual de 325 toneladas, y cuenta con una superficie de aproximadamente de 47 hectáreas de cultivos de esta flor.
En la región de la Mixteca hay mayor presencia de cultivos de flor de cempasúchil, y los principales municipios que producen más son Santiago Huajolotitlán, Santo Domingo Tonalá, Huajuapan de León, Santa María Camotlán y Tezoatlán de Segura y Luna.
Asimismo, la subsecretaría de Agricultura señaló que la producción de plantas en maceta para venta en el Día de Muertos ha ido incrementándose en forma significativa a partir de 2001 a la fecha, lo que ha incrementado el ingreso de los productores.
El cempasúchil pertenece a la familia compositae y al género tagetes, la cuál es endémica del continente americano y se compone de 58 especies, de las cuales 35 habitan en México.
Cada año se cosechan alrededor de más de mil 500 hectáreas de esta flor tradicional en México, con una producción media anual de más de 13 mil 900 toneladas.
La conocida también como “flor de veinte pétalos” (por sus raíces en lengua náhuatl), sólo florece después de la época de lluvias, por lo que se ha convertido en uno de los íconos de las celebraciones de Día de Muertos en México.
El cempasúchil se produce principalmente en 20 municipios pertenecientes a los estados de Puebla, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí.