Debido al déficit de sacerdotes que existe en la iglesia católica, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, exhortó a las y los feligreses para promover la vocación sacerdotal entre la familia.
Pidamos también para que en nuestra Arquidiócesis broten cada día vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Hay una pobreza de respuesta y a veces creen que ese es mi trabajo, nada más. No te equivoques, es tu trabajo, porque tú eres parte de la Iglesia y tú sabes que en la Iglesia necesitamos de pastores, hombres que consagren su vida a Dios y nos vayan dirigiendo, orientando y motivando. Que vayan acompañándonos en este proceso de seguimiento de Dios”, destacó el Arzobispo.
Por ello, al encabezar la homilía dominical desde la Catedral, expuso que toca a todos promover las vocaciones. “No solamente te quedes en la oración, también aprende a contemplar, a mirar porque tal vez el Pastor, Jesucristo, se quiere valer de tu mirada para mirar a un joven y para hacerle una invitación. Se quiere valer de ti, papá, mamá, que puedas contemplar a tu hijo y le puedas decir: hijo, ¿nunca has sentido que Dios te llama al sacerdocio? ¿no te gustaría? ¿nunca has pensado?”.
Dios quiere valerse de tus labios, en su pueblo, vean a los jóvenes, ahí tenemos unos jóvenes, en el coro. Aquí tenemos unos monaguillos y, tal vez de aquí, van a brotar vocaciones, pero necesitamos que sigan brotando de nuestros pueblos. Tengo cuatro años de vivir aquí y he ordenado sacerdotes a unos cuantos. Acabo de ordenar dos. Uno se ha ido a Amoltepec, que tenía cuatro años de no tener un sacerdote, otro se fue a Pápalo y ahí está. Pero tengo sacerdotes que viven solos y que tienen que atender muchísimas comunidades”.
Vázquez Villalobos dijo que algunos sacerdotes tienen que atender hasta 70 comunidades, por lo que reiteró su llamado a las y los feligreses a servir a Dios. “El otro día le escuché al de Tlaxiaco, ¿qué voy a hacer para atender sesenta comunidades yo solo?”
Tenemos que provocar que broten vocaciones y lo tenemos que hacer todos. Ayúdenos a promover y a ser mejores. Sé que ninguno de mis sacerdotes quiere ser un sacerdote malo, pero estamos llenos de miseria, de pecado, de debilidades. Ayúdenos con su oración, con su perdón, con su caridad, con su amor”.
Ayúdenos a ser mejores, a ser más santos, a ser más entregados, a ser más fieles al Señor. Recen ante el Santísimo, ante el Pastor de Pastores. Dile cómo quieres que sea el que está ahí como tu pastor, como tu sacerdote y, cuando tengas oportunidad de hablar con él, dile desde ese corazón que ama, dile: queremos que usted trabaje estos aspectos en su vida personal para que pueda ayudarnos todavía mejor”, destacó.