El estado de Oaxaca sigue relegado en cuanto a producción de trigo, debido principalmente a las desventajas climatológicas y severos estiajes que han impacto diversas regiones del estado.
De acuerdo con autoridades federales, la región más importante en la producción de trigo en México se encuentra enclaustrada en el noroeste, donde el estado de Sonora viene a ser el principal productor de este cereal a nivel nacional.
Y es que, junto con Guanajuato, Baja California Norte y Sinaloa, contribuyeron en un 71.4% de la superficie nacional y un 81.50 % de la producción de grano en el ciclo, en donde el estado de Sonora contribuyó con el 57.35 % de la producción con 1,994,457 toneladas.
Oaxaca sembró 6 mil 719 hectáreas de trigo, de las cuales obtuvo una producción de 7 mil 480 toneladas.
Hace un año, en el ciclo agrícola Primavera-Verano se sembraron 5 mil 771 hectáreas y fue en el mismo ciclo en donde se obtuvo la mayor producción con 6 mil 158 toneladas.
Sin embargo, dichos números no lo meten en el ranking nacional de altos productores del grano.
Para que el trigo se desarrolle, se requiere de suelos sueltos con buen drenaje y un pH entre 5.5 y 7. La temperatura óptima para su germinación es de 20 a 25° C, y se necesitan de 450 a 550 litros de agua para producir 1 kilo de materia seca
En México, los principales estados productores de trigo son Sonora, Baja California, Sinaloa, Guanajuato y Michoacán.
El cultivo del trigo es uno de los más antiguos de la humanidad, por esta razón, los productos derivados de éste, son fundamentales para la alimentación humana.
El trigo es una planta no perenne que pertenece a la familia de las gramíneas, produce un conjunto de frutos modificado que se fusionan con su sola semilla, en una espiga terminal y pueden ser silvestres o cultivadas, explica SIAP.
Es el segundo cereal más importante en la alimentación de los mexicanos y actualmente en nuestro país se cosechan dos tipos de trigo grano: cristalino y panificable.
Los trigos cristalinos, destinados a la fabricación de pastas alimenticias, en los que México tiene exceso por lo que parte de la producción se usa para la alimentación pecuaria y la exportación.
Los trigos panificables están destinado a la elaboración de harina para panes y galletas, principalmente, solo que México tiene un déficit en este tipo de grano por lo que adquiere grano suave para satisfacer las necesidades de la industria de la panificación.
El trigo es un cultivo estratégico básico para el logro de la soberanía alimentaria, por ello se incentiva su producción mediante diversos programas como Producción para el Bienestar y Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos.