“La desaparición forzada no es un hecho aislado, es un cáncer que carcome nuestra sociedad y nuestras instituciones”, señaló hoy en su página de Facebook el Komite Pejy Tyotk, colectivo no gubernamental, al convocar a un acto y encender una Vela por la solidaridad de los asesinados y desaparecidos hallados a principio de semana en un centro de exterminio en Teuchitlán, Jalisco.
Tras el macabro hallazgo del descubrimiento de crematorios y restos humanos en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en por lo menos 12 estados de la república han convocado a movilizaciones y protestas para exigir justicia. El Komite Pejy Tyotk se ha unido a esta convocatoria para realizar un acto en Oaxaca.
En su muro de Facebook, el colectivo llama para que mañana sábado, “nos reuniremos a las 17:00 horas frente a Palacio de Gobierno, para alzar nuestras voces en solidaridad y exigir el fin de esta violencia, para recordar que la memoria no se borra, que la justicia es posible, y que nuestra unidad es nuestra fuerza”, indica.
El Komité Pëjy Tyotk fue integrado por familiares de la activista y defensora de derechos humanos, Sandra Domínguez para destacar la búsqueda de personas y la vinculación con otras familias del país y fue dado a conocer el pasado 5 de marzo. El organismo insiste en la presentación con vida de Sandra Domínguez, que cumple ya 5 meses desaparecida.
En la convocatoria para el acto de mañana señala que será “en memoria de los más de 400 desaparecidos encontrados en Teuchitlán, Jalisco. Este hallazgo, una realidad dolorosa que ha marcado la historia de nuestra nación, refleja una herida abierta que no podemos ignorar”.
“Por ellos, por todas las víctimas de la desaparición forzada, les invitamos a encender una vela, a rendir homenaje a cada vida que se ha ido, y a seguir luchando por la justicia y la memoria. No podemos permitir que el olvido gane, que la indiferencia se imponga”.
Aseguró que “el dolor de Teuchitlán no es solo suyo, es de todos nosotros. Y en Oaxaca, lamentablemente, la metástasis ya ha llegado. Es una realidad diaria, que vivimos en carne propia, que sufren nuestras familias, amigos y vecinos. Las desapariciones, las víctimas, el miedo, la impotencia… son parte del día a día, pero debemos recordar que no estamos solos”, abundó.