En las tiendas donde usualmente se adquieren los uniformes las filas eran inexistentes. Al menos hasta el sábado al mediodía no se vislumbraban clientes, como tampoco alguna feria de regreso a clases. No así en las afueras de una conocida tienda de útiles escolares y librería del Centro Histórico.
La luz del semáforo marcaba el alto, pero tan pronto cambió al verde para los vehículos de la otra vía, algunos padres y sus hijos cruzaron la calle directo a la sucursal. De ella salían y entraban decenas de familias que habían decidido tener todo lo necesario tres semanas antes del inicio del ciclo escolar, o para ir adquiriendo las mochilas, las libretas o algún juego geométrico.
—“Hay un porcentaje de bonificación en su monedero electrónico”, animaban las cajeras y empleados entre los pasillos repletos de cajas de colores, crayones, sacapuntas y otros materiales.
El ciclo escolar inicia el 28 de agosto, según lo publicado por la Secretaría de Educación Pública. Sin embargo, las y los tutores saben que el gasto será considerable y quizá deban echar mano de al menos una semana de su salario o toda la quincena.
“Mamá, este es doble raya”, dice una menor, a quien pronto su padre le pide dejar el cuaderno en su lugar.
De poco más de 25.81 o 28 pesos son los cuadernos profesionales más económicos que se observan en las pilas de los pasillos. Separados por los de cuadro grande o los de raya. Para una madre que parece venir de otra población, el precio más bajo resulta incluso elevado.
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Cada tanto, el sonido de la caja registradora al pasar los códigos de los productos rompe con el murmullo y las pláticas indistintas en las que mamás, papás e hijos hablan de lo que quieren llevar y necesitan.
—“¿Abren los domingos?” —Pregunta una clienta.
—“Sí. Abrimos todos los domingos, de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde”.
—“¿No venden mochilas?” —agrega otra madre, a la que la empleada responde que “las mochilas son todas las que están aquí y del otro lado”.
En lo alto se observan las mochilas con dibujos animados o el motivo de algún perro o gato y que, entre los juegos geométricos, los cuadernos y libretas o los lápices de colores tienen los precios más altos.
Tras recorrer los pasillos, varios llegan a las cajas con canastillas donde ya hay varias libretas, algunos lápices, los sacapuntas u otros útiles. La cuenta es de varios cientos de pesos, pero quizá no el total de la lista.
“Está tranquilo todavía, quizá la semana que viene ya va a haber más”, explica la cajera.