Estudios ambientales y de salubridad realizados por empresas particulares sobre la contaminación que prevalecen en los ríos Atoyac y Salado, destacan que al año las aguas negras que corren por estos afluentes general alrededor de 22 mil casos de enfermedades gastrointestinales.
El informe elaborado por la empresa Wetlands México y Asociados, refiere que la mayoría de estas enfermedades fueron detectadas en comunidades que se localizan a orillas de estos afluentes convertidos totalmente en canal de aguas negras.
Esta grave situación de contaminación provocó que de enero de 2010 a marzo de 2016, se hayan presentado 129 mil 260 casos de enfermedades gastrointestinales, de los cuales el costo por atención del sector salud de Oaxaca fue alrededor de 8 mil 900 por persona.
Por ello, ante la omisión de atender la contaminación que generan las aguas residuales, solo en este periodo las enfermedades gastrointestinales generaron un gasto de más de mil millones de pesos en la atención de los pacientes en los diferentes centros de salud y hospitales que se ubican en la Zona Metropolitana de Oaxaca.
De continuar esta situación, los representantes de la empresa advierten que podrían presentarse otras enfermedades como la tifoidea o incluso la cólera que tendrían costos más elevados de hasta los 74 mil pesos por paciente.
Costará 342 mdp la reparación de colectores
De acuerdo a los diagnósticos elaborados por el gobierno estatal, la reparación de los colectores de aguas negras que se encuentran colapsados desde 2010 en las riberas del Río Atoyac y Salado, requiere de una inversión de más de 342 millones de pesos.
Sin embargo, para el ejercicio fiscal 2023, este recurso no fue considerado por el gobierno estatal y mucho menos por los organismos operadores del gobierno federal, por lo cual los proyectos para el saneamiento de los ríos no se llevarán a cabo en el actual ejercicio fiscal, esto a pesar de que representa uno de los compromisos asumidos durante la campaña del gobernador Salomón Jara Cruz.
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