En apenas 18 meses, el empleo en el ramo de la construcción se ha desplomado a la mitad del personal ocupado con que se contaba en septiembre de 2022, en que se llegó a notificar 10 mil 938 puestos de trabajo vigentes, la menor cifra registrada en el ramo en 6 años, desde enero de 2018, de acuerdo con números de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Inegi.
Para febrero de 2024, el ramo constructor tiene registrados apenas 5 mil 431 empleados como personal ocupado, una pérdida neta de 5 mil 50 fuentes de trabajo o un retroceso de 50.7% que da cuenta de la crisis de obra, de proyectos y falta de inversión en edificaciones para el estado, tanto de los sectores público como privado.
Los empleados del ramo constructor están expuestos al peligro de su trabajo, a la inseguridad en el empleo, carencia de seguridad social, la mayoría laboran en la informalidad, sin prestaciones, IMSS, vacaciones, aguinaldo. Los albañiles, maestros de obra, arquitectos, contratistas, ingenieros, en su conjunto, dependen de la inversión pública y privada y hoy, en Oaxaca, viven en la zozobra e incertidumbre, de acuerdo con trabajadores y representantes del ramo constructor consultados por EL IMPARCIAL.
Apoyados en cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), han sido 11 meses negros para el ramo constructor de Oaxaca y de los cuales no se ha podido recuperar. En los años recientes, desde 2018, el promedio de trabajadores de la construcción nunca fue menor a los 10 mil 200, pero en abril de 2023, hace exactamente un año, el indicador de personal ocupado cayó de 10 mil 454 personas a los 8 mil 424, un declive de mil 76 empleos o de 12.7%.
En suma, en año y medio la industria de la construcción de Oaxaca ha perdido uno de cada 8 empleos vigentes. De hecho, en enero de 2024 se tocó piso; la ENEC cuenta con estadísticas de los más recientes 74 meses, seis años, el arranque del presenta año se reportaron de 5 mil 107 personas laborando en el sector, la menor cifra histórica desde que se lleva registro.
Ni durante los años de la pandemia Oaxaca mostró peores resultados que con los que inició en 2024. Nunca se registró menos de 9 mil 900 personas ocupadas en el sector. El peor reporte atribuible al cierre económico y los estragos de la pandemia lo fue enero de 2021, hace tres años, con 9 mil 975 empleados vigentes.
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Simplemente, el reporte del Inegi indica que para enero de este año el personal ocupado cayó en 51.7% respecto al mismo mes de 2023 y, para febrero, el declive fue de 47.7% respecto al número de trabajadores de un año antes.
Pero también los salarios de los trabajadores de la construcción muestran los estragos de la crisis. En promedio, siempre con cifras del Inegi, hoy en el sector se obtiene en promedio un salario de 11 mil 485 pesos 30 centavos. Sin embargo, en plena pandemia, entre 2020 y 2021 el sueldo medio mensual llegó a entre 7 mil y 8 mil pesos, solo que, en abril de 2023, un empleado de sector llegó a aspirar por un sueldo promedio de 13 mil 212 pesos al mes. Este indicador ha mostrado altibajos de acuerdo con estadísticas de la ENEC.
La industria de la construcción en general ha debido afrontar fuertes presiones por el alza de insumos, esencialmente por el cemento y el incremento en el precio del acero que se arrastra desde la pandemia. De acuerdo con encargados de establecimientos de venta de materiales, al inicio del año el bulto de cemento de 50 kilos rondaba en promedio los 230 pesos, y ahora cuesta 260.
De acuerdo con reportes periodísticos, representantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) han señalado que se ha acumulado incrementos de hasta 300% en el precio del acero como resultado de los años de pandemia y ello impacta en el valor de las varillas para construcción.
El Inegi estimó en 213 millones 866 mil pesos el valor de la obra constructora en Oaxaca para febrero de 2024, menor al primer mes, dado que en enero la estimación fue de 251 millones 660 mil pesos, pero aún muy lejos con los 471 millones 706 mil pesos con que se cerró en diciembre del año pasado. Aun con ello, los peores indicadores lo fueron en septiembre y octubre de 2022 y enero y febrero del año pasado.