Organizaciones sociales rechazaron la aplicación de programas de regularización y certeza jurídica de la tierra tanto federales como estatales, al disfrazar el despojo y apropiación de los recursos naturales de las comunidades indígenas.
Durante el desarrollo del foro: Defensa del territorio y la propiedad social en Oaxaca, con representación de más de 70 comunidades agrarias y 20 organizaciones sociales, civiles y de derechos humanos, alzaron la voz a favor del territorio.
Lamentaron las últimas acciones y políticas de despojo de los 3 niveles de gobierno en materia agraria, el avance de los megaproyectos en las 8 regiones del estado y los impactos violentos de las crisis climática en los territorios y ecosistemas que se agudizan cada día.
Dijeron observar con indignación los crecientes intentos de querer privatizar la tierra, como lo demostró la fallida propuesta de los diputados locales en la ley de ingresos 2024 con el artículo 25 a través del programa para la certificación de la tierra.
Señalaron que por presión social e inconformidad ciudadana tuvieron que echarla atrás, sin que esto signifique que será el único y último intento, considerando la política de imposición de grandes mega proyectos.
Enfatizaron que las políticas de saqueo vienen acompañadas de programas sociales asistencialistas, que promueven el individualismo y destruyen la colectividad en las comunidades indígenas.
Las organizaciones denunciaron la turistificación, exotización y folclorización de las culturas ancestrales y territorios para el privilegio y consumo de unos cuantos.
Reiteraron que la defensa del territorio en Oaxaca se ha convertido en una lucha histórica y constante para las comunidades indígenas y campesinas, que nos resistimos a la privatización y la explotación de los bienes naturales y culturales.
El contexto actual, de incendios y sequías agrava la situación de las comunidades, que dependen de la tierra para su subsistencia, expusieron.
Ante dichos desafíos, las comunidades indígenas, campesinas y conurbadas en Oaxaca fortalecen estrategias de resistencia, promoviendo la gestión sostenible de los bienes naturales y defendiendo los derechos territoriales ante el gobierno y las empresas privadas.
De donde, lanzaron un llamado a construir desde la diversidad movimientos sociales para enfrentar de manera conjunta las políticas ajenas que con la actual administración se profundizan.