La detección de nuevos casos de hepatitis A y B tuvo un incremento en este 2024 en comparación con 2023, de acuerdo a los recientes informes de la Secretaría de Salud federal.
En Oaxaca el sector salud notificó 193 casos de hepatitis A hasta la semana epidemiológica 50 de 2024, superior a los 150 de 2023 en el mismo periodo, con un décimo tercer lugar de los estados con mayor registro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la hepatitis A es una inflamación del hígado que se propaga principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada.
“La enfermedad está muy asociada al consumo de agua y alimentos insalubres, el saneamiento deficiente y la mala higiene personal”.
En el caso de la hepatitis B, Oaxaca reportó 36 casos hasta la semana epidemiológica 50, superior a los 31 de 2023 en el mismo periodo y con un séptimo lugar de los estados del país con mayor incidencia.
De esta enfermedad, la OMS señala que es una infección vírica del hígado que puede provocar una enfermedad aguda o crónica y se transmite de la madre al hijo durante el parto, en la primera infancia y mediante el contacto con sangre u otros líquidos corporales durante las relaciones sexuales con una pareja infectada, inyecciones sin suficientes garantías de seguridad o la exposición a instrumentos afilados.
A diferencia de las primeras dos cepas, la hepatitis C mostró una disminución en la notificación de nuevos casos en este 2024 con un total de 45, a diferencia de los 92 de 2023 de enero a la segunda semana de diciembre.
“La hepatitis C es una infección vírica que afecta al hígado y puede manifestarse de forma aguda (a corto plazo) y crónica (a largo plazo), y también puede ser mortal. Se transmite a través del contacto con sangre infectada, que puede suceder al compartir agujas o jeringas o al realizar procedimientos médicos poco seguros, tales como transfusiones de productos sanguíneos sin analizar”.
Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentra la fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y coloración amarillenta de la piel o los ojos.