Bárbara Zavala, jefa de la licenciatura en Oceanología de la Universidad del Mar (UMAR), señala que, aunque el cambio climático es el principal factor que afecta a los océanos del planeta, y por ende a los mares y otros cuerpos de agua, es la actividad humana la que acelera este proceso. Además de que las consecuencias por el calentamiento de las aguas y su acidificación pueden ser muy graves en las zonas costeras, entre estas las del estado de Oaxaca.
El cambio climático, dice la docente del campus Puerto Ángel, está generando en el mar el calentamiento del agua y la acidificación del océano (por la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera).
“Oaxaca en particular es un estado que se sustenta tanto de la actividad turística como de la pesca, más en las zonas costeras. Ahorita con el calentamiento del mar lo que estamos teniendo en la época de lluvias son tormentas más intensas”, señala la docente sobre los estragos que podrán tenerse, pero también sobre la necesidad de prepararse para evitarlos lo más posible.
“El monitorear constantemente para saber cómo va variando estás temperaturas nos permitirá un mayor conocimiento de los fenómenos naturales. Como seres humanos no podemos detener un huracán, pero sí podemos tomar medidas, también para el diseño de una población y sus construcciones, ya que nos ayuda a mitigar el impacto en la población”.
Al explicar que en el estado se proyecta un desarrollo de parte de los gobiernos, Zavala apunta a la necesidad de una mejor planeación.
“Con este desarrollo que se viene hay que tener un poco más de cuidado, tanto por la súper carretera y los planes que tienen el estado o el gobierno federal de desarrollar de forma turística toda esta zona costera. Va a haber un crecimiento de la población y es recomendable tener un buen desarrollo urbano para que estos fenómenos no impacten”.
La especialista detalla que la contaminación de los mares y océanos por los plásticos y micro plásticos es una realidad mundial.
“Pero toda la contaminación debido a la falta de una buena gestión de residuos nos va a venir a afectar esta zona, también a los hábitats de los organismos, las lagunas costeras, de las que está llena Oaxaca”, detalla.
De acuerdo con el Inventario nacional de fuentes de contaminación plástica (2023) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), “en lo referente a la gestión de residuos, los estados de Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Guerrero presentan las proporciones más altas de residuos no recolectados, al igual que una gran cantidad de sitios de disposición no controlados”. Con excepción de Puebla, todos los demás sitios “están localizados en la costa, lo que genera un riesgo más alto de plásticos que pueden fugar directamente al ambiente marino”, explica el documento respecto a los riesgos derivados del uso de plásticos en industrias como la refresquera.
Oceana estima que para el 2030 habrá 602 mil toneladas métricas de envases de plástico de Coca-Cola en los ríos y océanos del mundo, una “cantidad de plástico podría llenar los estómagos de más de 18 millones de ballenas azules”.