Mary, un caso más de violencia vicaria
Un trabajador del IEEPO es acusado de quitarle a su hijo y manipular y chantajear a la madre
Mary es otro caso de violencia vicaria. Jaime un trabajador del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y del Gobierno del Estado, le quitó a su hijo con artimañas y lo usa para manipular, chantajear y agredirla, por lo que está peleando por recuperar la custodia del menor.
Ahogada en un proceso en los juzgados familiares y en una denuncia penal, insiste que se le consideren las pruebas que incriminan a su expareja como una persona no apta para tener la custodia del menor.
Mary mostró los mensajes que le envía el chofer del Instituto y en donde le condiciona la convivencia con su hijo a cambio de mantener una relación sexual con él.
Él me ha difamado en redes sociales diciendo que soy de lo peor, que tengo varios amantes. Pero lo peor y lo que me da miedo es que me ha amenazado de muerte y que no me dejará ver más a mi hijo”, contó.
La víctima de violencia vicaria tiene abierta una carpeta de investigación ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer, en la Unidad de Violencia Familiar, por las agresiones que ha sufrido.
Me da temor lo que pueda pasar, pero no puedo callar porque temo por mi vida y de lo que me pase, esa persona será la responsable”, comentó.
Hace 5 años que terminó la relación sentimental y de pareja con Jaime; le propuso un trato cordial por el hijo que tienen en común y cuya custodia tenía hasta hace un año, cuando se lo quitó.
Mary le da la pensión al hombre para la manutención del menor y aún así, le condiciona la convivencia del menor.
Ante eso, pidió que la Fiscalía General de Oaxaca (FGO) acelere la investigación por el delito de violencia y que los juzgados le regresen la patria potestad de su hijo.
El Frente Nacional contra la Violencia Vicaria registra 10 casos en Oaxaca, de mujeres que se han atrevido a hablar, denunciar y visibilizar este hecho.
Para las activistas, las víctimas temen perder todo contacto con sus hijas e hijos y en esos casos, prefieren tolerar y acceder a los chantajes y agresiones de sus exparejas.
Piden que desde el Congreso local se tipifique este delito porque lastima y carcome vidas y familias.
