Penal de Mengolí, hogar de capos foráneos
De 1,817 internos reportados en el Cefereso de Miahuatlán en noviembre de 2022, solamente 241 son de Oaxaca
A nueve años de su apertura, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso 13) que se ubica en la agencia de Mengolí de Morelos, Miahuatlán de Porfirio Díaz, se ha convertido en el hogar de peligrosos capos foráneos.
Datos del Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional de la Dirección de Prevención y Readaptación Social, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) con cierre en noviembre del 2022, destacan que de los mil 817 internos que tenía el penal federal, solamente 241 son del estado de Oaxaca.
Estados de origen
El resto de las Personas Privadas de la Libertad (PPL), con un total de mil 576 son originarias de otras entidades federativas como del centro y norte del país, incluso entre éstos se encuentran recluidos 49 extranjeros.
De los estados procedentes de los internos destacan Veracruz con 212, de la Ciudad de México se contabilizaron 205, de Guerrero 172, Estado de México 143, Tamaulipas 90, Zacatecas 81, Nuevo León 73, Guanajuato 65, Puebla 64, Jalisco 55, Michoacán 55, Chiapas 54, Sinaloa 39, Tabasco 34, Baja California 23.
Así también, se encuentran PPL originarios del estado de Morelos con 22, San Luis Potosí 20, Coahuila 19, Hidalgo 14, Sonora 13, Aguascalientes 12, Chihuahua 11, Quintana Roo 11, Durango 10, Campeche nueve, Nayarit siete, de Tlaxcala siete, Colima tres, Yucatán tres y de Baja California Sur uno.
Según datos del Gobierno Federal, este penal de máxima seguridad fue inaugurado en mayo de 2013, tiene una capacidad para albergar a 2 mil 520 internos, por lo que las autoridades penitenciarias han reubicado a peligros capos foráneos, provenientes principalmente de los estados del norte de México.
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Capos foráneos
En estos nuevos años que lleva de operación, han llegado hasta la Sierra Sur de Oaxaca criminales como Mario Armando Ramírez Treviño “El X-20” líder del Cartel del Golfo, Mario Núñez Meza “El M-10” jefe de Gente Nueva y considerado como sicario de El Chapo en Chihuahua, Mario Antonio García Simental “El Chris”, operador de los Arellano Félix.
Además de Salvador Martínez Escobedo, “La Ardilla”, ex operador de los Zetas y señalado como el principal sospechoso de la matanza de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010.
En la historia reciente, llegaron delincuentes como José Christian N, alias ‘El Grillo’, capo narcomenudista poblano, acusado de delitos como secuestro, narcomenudeo, homicidios, entre otros.
Del penal de Topo Chico, en su momento fueron transferidos los presos Alberto “N”, Carlos Alberto “N”, Rubén Brayan “N”, y Víctor Hugo “N”, considerados como generadores de violencia en la zona norte del país,
Otro delincuente considerado por las autoridades federales como uno de los más peligrosos que operaba en el centro del país, Gerardo Román “N” lugarteniente de “El Carrete”, también fue inquilino del Cefereso número 13.
Con el cierre del penal federal de Puente Grande, llegaron otros 70 reos de alta peligrosidad, como líderes de carteles de la droga como de La Familia Michoacana, Jalisco Nueva Generación, Huachicoleros y del Cartel de Sinaloa.
Máxima seguridad
Este penal federal, es considerado como de máxima seguridad, ya que de acuerdo con las autoridades federales está equipado con tecnología de vanguardia para la clasificación, control y vigilancia de los internos, así como personal capacitado para la operación y custodia.
La construcción del edificio tuvo un costo aproximado de cinco mil millones de pesos, está edificado sobre una superficie de 117 hectáreas, con base en un contrato de prestaciones con la iniciativa privada que estuvo encargada de su construcción y será la responsable del mantenimiento de la infraestructura durante los próximos 20 años.
Este Centro Federal de Readaptación Social cuenta con círculos de seguridad convergentes, barreras físicas, celdas, pabellones y mallas perimetrales, así como cerraduras electromecánicas, sensores perimetrales, circuito cerrado, inhibidores de señal celular y controles de acceso biométrico con equipos detectores de drogas, explosivos y metales.
