Califica CNDH con 5.68 a sistema penitenciario
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Califica CNDH con 5.68 a sistema penitenciario

Fueron evaluados nueve Centros de Reinserción Social; en marcha la reingeniería


Califica CNDH con 5.68 a sistema penitenciario | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Luis Alberto Cruz / Inicia la reingeniería del sistema penitenciario estatal

Luego que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), otorgó una calificación de 5.68 al estado de Oaxaca en su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021, autoridades estatales señalaron que desde el inicio de la actual administración se inició con la reingeniería del sistema penitenciario.

Durante el 2021, en la entidad oaxaqueña fueron evaluados nueve Centros de Reinserción Social (Ceresos) como son el número 7 de Tehuantepec con una calificación de 5.31, el número 3 de Miahuatlán con 5.6, el penal femenil de Tanivet con 4.65, al igual que el Centro Penitenciario de la Villa de Etla con 5.96.

Además, el Centro Penitenciario Varonil de Tanivet con una calificación de 5.28, el Cereso número 10 de Juquila con 6.31, el Especializado para Pacientes Psiquiátricos 5.59, el Cereso número 4 de Cuicatlán con 6.12 y el número 6 de Tuxtepec con 6.26.

 

Reingeniería del sistema penitenciario

Jacobo Olaf Rodríguez García, subsecretario de Prevención y Reinserción Social, expuso que el Diagnóstico podría derivar de varios factores, ya que a diferencia de otros años la CNDH cambió las dinámicas de supervisión y evaluación, en el que cambiaron y aumentaron los números de Ceresos evaluados.

Lo que no se puede soslayar es que por muchos años y por muchas administraciones, el sistema penitenciario de Oaxaca, fue un área en la que no se implementaron estrategias, se trabajó con reclusorios improvisados, una muestra era la Penitenciaría Central de Ixcotel, ese inmueble ni siquiera era para funcionar como reclusorio, eran las caballerizas del Ejército Mexicano y que improvisadamente se utilizó como penitenciaría”.

Señaló que al igual que Ixcotel, por muchos años los inmuebles fueron áreas abandonadas. “En la Penitenciaría Central se improvisó para satisfacer las necesidades penitenciarias, para tener espacios para alojar a personas en situaciones que derivado de un proceso de lo que haya sido tenían que ser privadas de la libertad, así pasaron muchas administraciones, pero en la administración de Alejandro Murat, se tomó la determinación de hacer un giro de 180 grados, en lo que tenía que ver con el sistema penitenciario y eso ha traído consecuencias”.

Nosotros determinamos hacer una reingeniería de sistema penitenciario en el que se revisaron cuáles reclusorios ya no tenía una viabilidad como reclusorios, ya sea por la ausencia de gobierno, de condiciones dignas, por la inviabilidad de esquematizar programas de reinserción social efectivas o porque no había áreas de contención para los perfiles criminales”.

 

Cierran cuatro penales

Los Ceresos que cerraron sus puertas fueron el de Juchitán de Zaragoza, Matías Romero, Pochutla y la Penitenciaría Central de Ixcotel. “Después de un análisis teníamos una Penitenciaría Central, que había subsistido por más de 80 años con la tolerancia de gobiernos que habían normalizado el descontrol, des-gobierno, corrupción y el poco manejo penitenciario, llegó a tener hasta mil 600 internos cuando tenía una capacidad máxima para 750, pero había sido tolerado por muchos gobiernos, era la reclusión en libertad”, afirmó Rodríguez García.

Entonces por eso el gobernador tomó la decisión determinante de cerrarlo porque había autogobierno, disputa de grupos al interior, había ingreso de sustancias y de objetos no permitidos, tenía antecedentes de motines sangrientos, por eso se cerró, a la par de ello pusimos en funcionamiento un centro penitenciario con una inversión de 4 mil millones de pesos, una inversión histórica por parte del gobierno federal que fue el Centro Penitenciario de Tanivet”.

En ese sentido, el subsecretario dijo que se inició con una nueva etapa en la vida penitenciaria de Oaxaca. “Ahora estamos en una curva de adaptación porque es muy complicado pasar a un esquema de seguridad y de control, adaptar a un interno que venía de un penal como Ixcotel donde había muchos vicios tolerados y adaptarlo a un reclusorio donde hay un esquema de seguridad y control, donde están a salvo las garantías y derechos, por eso puede atraer algunas reacciones y consecuencias”.

Vamos a entregar un sistema penitenciario que funciona y que tiene cupo, con datos de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), hemos disminuido en un 35%, la captación de quejas del sistema penitenciario porque antes el sistema era la institución del gobierno del estado que acopiaba más quejas de derechos humanos históricamente, esto derivado por los años de abandono, porque antes se toleraban hechos violentos y por no contener perfiles criminales, ahora ya se tienen un control en todos los Ceresos, pero todavía existen retos que tendrá que trabajar la próxima administración”, apuntó.


aa

 

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