Entre restricciones capitalinos veneran a la Guadalupana
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Entre restricciones capitalinos veneran a la Guadalupana

Respiro para los verbeneros en medio de basura por protestas.


Entre restricciones capitalinos veneran a la Guadalupana | El Imparcial de Oaxaca

La basura, medidas sanitarias, restricciones de aforo y el intento por seguir las recomendaciones para evitar contagios enmarcaron la festividad en honor a la Virgen de Guadalupe este sábado. Aunque la celebración es este 12 de diciembre, durante el día de ayer se dejó ver el fervor católico en una jornada marcada por la solemnidad y las precauciones de las familias.

Luego de colocarse en el paseo Juárez El Llano y aun sin aprobación expresa de la autoridad local, la verbena se convirtió también en la esperanza de comerciantes. En 2020, a causa de la pandemia, las restricciones fueron mayores y tanto vendedores como juegos mecánicos no pudieron instalarse, al igual que los fotógrafos y escenarios alusivos a la fecha.

Este año, la feligresía católica, los puestos y feria volvieron al otrora Llano de Guadalupe y los alrededores del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y capilla de Belén, en la capital oaxaqueña. 

Bajo medidas sanitarias, el acceso a la capilla fue fluido y con un aforo reducido. Sin embargo, la contaminación por la protesta del Sindicato Independiente 3 de Marzo se sumó al paisaje. Las bolsas de basura se dejaron ver entre juegos mecánicos y puestos, generando focos de infección. 

Al interior de la capilla se mantuvo la sana distancia, siempre recordada por personas que apoyaban para vigilar el acceso, permanencia y salida de fieles. Por ahora, las misas siguen un formato virtual. 

Asimismo, sigue restringido el acceso al retablo donde yacen la imagen de la Guadalupana y el santo Juan Diego (Cuauahtlatoatzin), este último considerado en la tradición católica como el que indígena al que se le apareció la imagen en el siglo XVI. 

Quienes llevaron flores, veladoras y otras ofrendas a la virgen tuvieron que regresar con ellas para colocarlas en algún altar de sus domicilios, según la indicación del comité de la parroquia. A pesar de ello, la bendición y el recibimiento de agua bendita fue retomado.

Para varios padres de familia que han llevado a sus hijos caracterizados de “Juan Dieguitos” y “Lupitas”, seguir la tradición fue algo importante como el agradecer y pedir por la salud. 

A las afueras de la capilla de Belén, los puestos de venta de antojitos, de imágenes religiosas y demás productos aguardaban por los visitantes, aunque por la mañana la afluencia era mínima.


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