Aunque comparado con el 2022 hubo una disminución en los feminicidios y desapariciones, el 2023 volvió a representar un año violento para las mujeres en la entidad, pues se registraron 100 muertes violentas. Con esta cifra, superó la del año 2021, cuando se reportaron 90 muertes violentas, de acuerdo con el registro de la violencia feminicida de la organización Consorcio Oaxaca.
Además, en el 2023 se registraron 356 desapariciones de niñas, adolescentes y adultas. En 2022 fueron 503 casos de mujeres cuyo paradero era desconocido y por lo cual sus vidas corrían algún peligro. En 2021, 486.
En lo que va del gobierno de Salomón Jara Cruz (del 1 de diciembre de 2022 al 31 de diciembre de 2023), y a cinco años de la Alerta de Violencia de Género se han registrado 113 feminicidios o muertes violentas de mujeres.
Por regiones, de los 100 feminicidios o muertes violentas ocurridos en 2023, 33 fueron en la región Valles Centrales (12 de ellos en Oaxaca de Juárez); 21 en la Mixteca, 17 en el Istmo de Tehuantepec, 11 en la Costa, 5 en la Cuenca del Papaloápam, 6 en la Sierra Sur, 6 en la Cañada y uno en la Sierra Norte.
De acuerdo con el contador de la violencia feminicida, en el año 2022 se registraron 150 feminicidios; en 2021, 90, y en 2020, 109.
A más de cinco años de que la entidad cuenta con la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), tanto los feminicidios como otras formas de violencias persisten.
El pasado 12 de septiembre, al entregar su dictamen sobre la alerta, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) señaló que “si bien los resultados reflejan avances, aún falta mucho por hacer”. Además de subrayar que los hogares siguen siendo el principal reto en cuanto a inseguridad para las mujeres.
Esto debido a que en ellos está el mayor número de delitos que afectan a las mujeres. “Es en los hogares en donde se registra el mayor número de estos delitos, de violación, lesiones dolosas, feminicidio, violencia familiar y de pareja. Pero no podemos por ser un tema principalmente cultural, renunciar a romper ese cerco y garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”.