Este domingo, un grupo de decenas de madres buscadoras se reunió en el corazón de la Ciudad de México para llevar a cabo una marcha conmovedora y significativa, en la que se recordó la desaparición de niñas, jóvenes y mujeres de la tercera edad, víctimas de feminicidio y cuya situación sigue siendo un enigma. La manifestación, organizada por el colectivo Voces de la Ausencia, tuvo lugar en el Zócalo y buscó llamar la atención de la ciudadanía y las autoridades sobre la urgente necesidad de justicia para aquellas que han sido arrebatadas de sus seres queridos.
Con el lema “Porque su voz no morirá”, las familias de las víctimas marcharon pacíficamente hacia el Antimonumento, ubicado en la extinta Glorieta de Colón, en Avenida Paseo de la Reforma. En un comunicado, Voces de la Ausencia explicó que el evento tiene como objetivo que la sociedad se sume a la exigencia de que las autoridades trabajen para encontrar a todas las mujeres desaparecidas.
“Cada año, salimos a las calles para hacer que retumbe nuestro grito de justicia por aquellas que ya no pueden hacerlo, aquellas voces silenciadas por manos cobardes que, haciendo uso de la violencia, tomaron lo que no era suyo, sus vidas. No es un movimiento feminista, somos familias, padres, madres, hermanos, que no pedimos pasar por este infierno”, se leyó en la convocatoria.
CASOS QUE MARCAN LA REALIDAD
En medio de la manifestación, se recordaron casos emblemáticos que reflejan la dolorosa realidad de la desaparición de mujeres en México. Uno de ellos es el feminicidio de Nancy Irany Mendoza López, ocurrido hace cuatro años en Huehuetoca, Estado de México. Las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 300 mil pesos por información sobre su asesino, Daniel Blancas Cárdenas, quien permanece prófugo tras haber apuñalado a Nancy tras una discusión. La familia de la víctima sigue exigiendo justicia y ha hecho un llamado a la sociedad para prevenir futuros ataques.
Otro caso que resonó durante la marcha fue el de Griselda Antonio Pérez, desaparecida en noviembre de 2021 en Chalco, Estado de México. Su familia ha enfrentado una angustiante búsqueda, enfrentando la burocracia y la insensibilidad de las autoridades en su intento por encontrar respuestas. Desde su desaparición, la familia ha recorrido diversas fiscalías en busca de información, mientras continúan enviándole cartas llenas de amor, con la esperanza de que regrese.
LA LUCHA POR LA JUSTICIA CONTINÚA
La marcha de este domingo no solo fue una manifestación de dolor, sino también de resistencia y esperanza. Las madres buscadoras, unidas por la tragedia y el amor por sus hijas, siguen luchando por justicia en un país donde la violencia contra las mujeres es alarmantemente alta. La falta de apoyo institucional y la indiferencia de las autoridades son obstáculos que enfrentan diariamente. Lo que hace que su lucha sea aún más crucial.
A medida que el contingente avanzaba, los gritos de justicia resonaban en las calles, recordando que las voces de las mujeres desaparecidas y asesinadas nunca serán olvidadas. La lucha de estas madres buscadoras es un recordatorio de la necesidad de una acción colectiva para enfrentar la crisis de desapariciones y feminicidios en México. Exigiendo no solo justicia para sus seres queridos, sino un cambio en el sistema que permita que ninguna otra madre tenga que pasar por este dolor.