El Gobierno mexicano continúa implementando una serie de medidas para proteger y apoyar a sus ciudadanos migrantes en los Estados Unidos, particularmente en el contexto de las nuevas políticas que se esperan con la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero.
Una de las acciones más destacadas es la creación de un botón de emergencia que, según el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, podrá ser activado desde un teléfono móvil. Aunque todavía se encuentra en fase de configuración, la idea es que sea una aplicación sencilla, cuyo principal objetivo será asistir en situaciones de emergencia, como redadas o detenciones arbitrarias, indicó el funcionario.
ORIENTACIÓN A MEXICANOS
Además, el gobierno puso en marcha un programa integral de asesoramiento legal para los migrantes, con el fin de orientar a los mexicanos sobre cómo defender sus derechos frente a redadas, detenciones o cualquier tipo de intimidación por parte de las autoridades estadounidenses. Para ello, ya está disponible una línea telefónica de atención las 24 horas, los 7 días de la semana. Este tipo de medidas, explicó el canciller, responde a la creciente necesidad de apoyo legal que enfrentan los migrantes en territorio estadounidense, especialmente ante un entorno que, bajo la administración de Trump, resultó ser especialmente hostil.
Durante su reciente gira por varios consulados mexicanos en los Estados Unidos, De la Fuente destacó que cada una de las 53 sedes diplomáticas en ese país ha elaborado un plan de acción local, y ha establecido redes con albergues, iglesias, centros de salud y otras organizaciones que apoyan a los migrantes. Este trabajo de coordinación es parte de un esfuerzo conjunto para garantizar el respeto a los derechos de los migrantes y para ofrecerles asistencia en momentos críticos.
Por otro lado, el Gobierno de México contrató a 329 asesores externos para asegurar el cumplimiento del debido proceso en las acciones que Estados Unidos tome en el futuro. México también implementará un “observatorio” que estará monitoreando los cambios en las normativas migratorias de cada estado, además de aumentar su presencia en centros de detención y procesamiento de migrantes en los Estados Unidos. Este tipo de vigilancia tiene como objetivo garantizar que se respeten los derechos de los mexicanos detenidos en territorio estadounidense.
En cuanto a los trámites consulares, el gobierno mexicano comenzó a agilizar los procedimientos administrativos para facilitar la vida de los migrantes. Se está trabajando en la simplificación de la obtención de documentos oficiales, como las actas de nacimiento, que podrán ser impresas desde casa, evitando que los migrantes tengan que desplazarse hasta las oficinas consulares, un proceso que durante la administración de Trump se temía por el riesgo de detenciones.
En lo que respecta a la repatriación de migrantes, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó que México seguirá enfocándose en acoger a sus ciudadanos deportados por Estados Unidos. Sin embargo, en el caso de que Washington decida devolver migrantes de otras nacionalidades a México, la mandataria expresó que su gobierno estaría dispuesto a colaborar con las autoridades estadounidenses para enviar a estas personas a sus países de origen, pero siempre con el apoyo y la cooperación de Estados Unidos.