La madrugada de este miércoles 14 de agosto el ex gobernador de Puebla (2005-2011), Mario Marín Torres dejó el penal de máxima seguridad del Altiplano, para seguir su proceso bajo arresto domiciliario.
Marín es acusado de ordenar la tortura de la periodista Lydia Cacho tras revelar ella una red de pederastia que lo involucró a él y a Succar Kuri, condenado a 94 años por delitos de pederastia y pornografía infantil y corrupción de menores, que falleciera en junio pasado.
Desde hace unos días la periodista Lydia Cacho lamentó las lagunas en la justicia mexicana, al permitir la salida de su agresor, al tiempo que señaló que la jueza de Quintana Roo, Angélica Ortuño, le impuso una multa de 100.000 pesos (unos 5.263,2 dólares).
A pesar de esta condena de la también escritora, el expriista abandonó este día la cárcel en una ambulancia de la Guardia Nacional, y fue llevado hasta su domicilio en el municipio de Xilotzingo, Puebla.
Marín estuvo cuatro años en el Centro Federal de Readaptación Social 1, conocido como “El Altiplano”, en el Estado de México, por sus abusos en el poder.
¿EN QUÉ CONSISTE EL ARRESTO DOMICILIARIO?
El exmandatario poblano, acusado del delito de tortura cometido en diciembre de 2005 contra la periodista Lydia Cacho, llevará su proceso en prisión domiciliaria y para evitar que se evada de la justicia se le impusieron las medidas cautelares consistentes en el uso de brazalete electrónico y vigilancia permanente en su domicilio en Puebla.
Dentro de las restricciones, Marín Torres no podrá salir de Puebla y del país, aunado a su garantía económica por cien mil pesos y prohibición de acercarse a la víctima.
EL MIEDO DE LA PERIODISTA
De acuerdo con Lydia Cacho, su temor entorno al giro en el caso está fundado luego de que escribiera el libro ‘Los demonios del Edén’, donde denunciaba una mafia de pederastia en México y la explotación comercial del sexo con menores.
Su trabajo periodístico provocó que fuera secuestrada por la policía poblana al mando de Hugo Adolfo Karam (quien también enfrentará prisión condicional), con el amparo del ex gobernador, siendo torturada durante 48 horas, hasta ser liberada después de pagar una fianza de casi 4.00 dólares en efectivo.