Al pie de las azuladas y gigantescas montañas, se avizora a un par de campesinos realizando la labor de trillar el trigo, con un par de juntas de jumentos y un caballo, esencia y loable labor de los hombres del campo, se trata de don Domingo Zambrano y su hijo Andrés Zambrano Cruz, en la Hera construido explícitamente para esta actividad.
La comunidad de La Rosa es un pequeño núcleo poblacional asentado al pie de una cordillera de montañas, en la garganta de la gran cumbre asentada en la zona de entre Tejupan de la Unión y San Juan Teposcolula, esto de Norte a Sur, y de Poniente a Oriente, adyacentemente se ubican los poblados de San Pedro Yucunama y Santo Domingo Tonaltepec y Marcos Pérez.
De entre ocho a 12 kilómetros de la carretera panamericana Cristóbal Colón de México–Oaxaca; cuya entrada se encuentra en la comunidad de Tierra Blanca, pasando por Yodobada, hasta empotrarse al pie de las montañas está la población de La Rosa, con habitaciones distanciadas de vecinos, celos del deber y del trabajo del campo; además de la crianza de ganado lanar o borregos, vacas, entre otros.
El trillado de trigo es una labor tradicional de los campesinos de la comarca, quienes se proveen de esta cosecha para la manutención familiar “es para consumo de la familia, el trigo, el maíz, fríjoles, es poco lo que ahora produce el campo, ante la falta constante de lluvias, ya no es como antes, la tierra necesita también ser abonada y atendida con afecto”, sostienen los campesinos de La Rosa.
EL TRILLADO
La actividad del trillado consiste en desgranar la cosecha del trigo a través de las pezuñas de asnos o caballos, puesto que éstas son los apropiadas para la labor, los que mediante muchas vueltas y vueltas que realizan sobre la paja de trigo para sacar la semilla o fruto de las hojas en que se encuentra guardada o envueltas.
Son precisamente este tipo de ganados los que deben de realizar esta jornal, por estar dotados por la naturaleza; la plancha de la Hera es cubierta de tierra firme acondicionándola como una plancha, sobre el que se coloca las pajas de trigo, para enseguida comenzar la trillada con el ganado, por varias horas hasta sacar totalmente la cosecha que se recoge con posterioridad, luego de realizar la limpia de la paja, resaltaron los Zambrano, campesinos de La Rosa.
En esta ocasión se trilló un aproximado de 15 arrobas, para una cosecha de dos costales de aproximadamente 50 kilos, cuyo monto se conoce hasta el levantamiento de cosecha que se lleva a cabo de dos a tres días, debido a que por las tardes se espera que sople el viento para que ayude a la limpia de la paja; para ello, hay que estar al pendiente de los acontecimientos, indicaron.
“El trillar tradicional de trigo con ganado asnar o caballar garantiza mejor la productividad que hacerlo con la maquinaria pesada, tiene sus ventajas y desventajas, lo natural es mejor, tiene esencia, olor, sabor y color”, concluyeron.
